Su segunda experiencia en el cine le permite desarrollar, de manera
más consistente que en la anterior, la cualidades e intuición
que posee como actor. En "Crossover Dreams" él es
el protagonista principal, interpretando a un músico latino que
intenta introducirse en el mercado norteamericano pero, aunque
mucha gente lo pensara, no tenía nada que ver con su vida. Es
un trabajo de interpretación, tan convincente, que puede dar lugar
a confusiones. Esta película fue la primera realizada en Nueva
York con dinero, producción, dirección, guión y actores latinos.
Como consecuencia de su interpretación, le son ofrecidos diversos
papeles cortos en producciones importantes, por lo que se traslada
a vivir a California donde, poco a poco, va adquiriendo
prestigio como actor, interviniendo en películas junto a Richard
Pryor, Whoopi Goldberg y Jack Nicholson. Su primer papel importante
se lo ofrece Robert Redford en "Milagro Beanfiled
War", en la que interpreta el sheriff del pueblo. Paulatinamente
su carrera como actor va adquiriendo mayor importancia hasta protagonizar
"Dead Man Out" donde, con su retrato de un asesino
condenado a muerte, consigue el Premio al Mejor Actor en
películas producidas para televisión por cable. Para este mismo
medio, hay que destacar su actuación en la mini-serie "The
Josephine Baker History". Entre sus más recientes apariciones
en la pantalla cinematográfica cabe destacar: The Two Jakes (1990),
Mo' Better Blues (1990), The Super (1991), Crazy From the Heart
(1991), One Man's War (1991), Latino Session (1992), Miracle on
I-880 (1993), A Million to Juan (1994), Color of Night (1994),
Scorpion Spring (1996), Chinese Box (1997), Roots of Rhythm (1997),
The Devil's Own (1997).
En
1990, Son del Solar graban un álbum de despedida en directo
("Live!") desde el Lonestar Roadhouse en Nueva York,
cerrando una etapa que, si para ellos fue de logros y creación,
para la música latina fue un fenómeno que permitió la expansión
de los círculos en los que, hasta entonces, estaba reducida, influyendo
no solamente en el panorama musical latino de los años setenta
y ochenta, si no en las futuras generaciones de músicos y público
que, como hoy podemos ver, ha hecho posible que la música afro-caribeña
ocupe un lugar, impensable en aquella época, no sólo como forma
de manifestación festiva y escapista, sino como expresión social
y cultural. Y, por supuesto, también de gozo y diversión.
En 1994, Rubén Blades se presentó a las elecciones presidenciales
de su país natal en un intento de crear y evidenciar un movimiento
social y democrático existente en el país, pero ignorado hasta
entonces. Su militancia política está basada en la lucha contra
la injusticia social y la defensa de la minorías étnicas, culturales
y sociales. "En ningún momento, -explica Rubén-, pensé en llegar
a presidente o nada por el estilo y, si lo hubiera conseguido,
no hubiera sido por deseos de poder. Lo que pretendíamos era poner
de manifiesto que hay una parte importante de la población panameña
que no está de acuerdo y no se identifica con la política que
se les ha impuesto. La campaña que realizamos consiguió sus propósitos
totalmente".
Rubén
Blades inaugura la década de los noventa firmando contrato
con Sony Music International, A&R Development New York,
que abre una nueva etapa en su carrera. Sus últimos álbumes, "Caminado",
"Amor y Control" y "La Rosa de los Vientos",
conforman una trilogía en la que su obra definitivamente se encamina
hacia la universalización de los ritmos y estilos que conforman
la música latina. En su álbum más reciente, "Tiempos",
Rubén Blades ha dado un paso más en su afán de "culturizar" y
engrandecer los ritmos latinos; para ello no ha dudado en incorporar
elementos de música clásica contemporánea, como base a todo un
despliegue de genio, originalidad y compromiso, tanto musical
como social. El resultado es un álbum excepcional destinado hacer
historia.