Desde
la isla del encanto, Puerto Rico, llegó a México Gilberto
Santa Rosa, quien es uno de los salseros más queridos de
esta ciudad y es por eso que unas dos mil personas se reunieron
en el salón “La Maraka”, lugar en donde hace
aproximadamente 19 años se presentó por primera vez
en tierra azteca.
En
esta velada romántica, los fieles seguidores aclamaban a
“El Caballero de la Salsa” para que se hiciera presente
en el escenario, pero no fue sino hasta la una de la mañana,
cuando llegó a escena la orquesta del distinguido sonero,
que al ritmo de un tradicional Medley dio inicio a una nueva historia
que se quedaría en la memoria de todos los presentes.
Luciendo
un traje azul marino rayado, un poco más delgado, con barba
de candado, pero con esa personalidad magnética y un carisma
que a todo mundo contagia, entre gritos y aplausos, llegó
el boricua quien abrió la noche con “Un montón
de estrellas”, un clásico en México que provoca,
emociona e invita a todos los presentes a sentir cada nota; algunos
lo demostraron bailando, otros gritando, algunos otros cantando,
en fin, cada quien a su manera expresó el cariño que
siente por la música del “El Caballero”.
No
dio pausa y siguió haciendo un recorrido por su historia
musical interpretando temas como “Qué Manera de Quererte”,
“Te Propongo”, “Conciencia”, melodías
emblemáticas de la llamada salsa romántica que han
marcado la carrera de Gilberto Santa Rosa, y dentro de su repertorio,
nos deleitó cantando “El Apartamento” un tema
del año 1999 incluido en el álbum “Back to the
future” del maestro Willie Rosario.
Olvidándose
de la hora y como si Gilberto quisiera que la gente no se fuera
continuó su recorrido cantando “Sombra Loca”,
“Vivir Sin Ella” y después de una pequeña
pausa, nos sorprendió, pues rompiendo la rutina comenzó
a cantar “Caballo Viejo” tema incluido en su producción
“Salsa Sinfónica” y que, por supuesto, fue del
gusto de todos los salseros presentes.
El
banquete musical aún no terminaba, pues, Gilberto Santa Rosa
siguió con su espectáculo, entre besos y abrazos de
algunas afortunadas que lograron subir al escenario, pudimos escuchar
“Perdóname”, “Sin Voluntad” y de
la salsa pasó al Reggaetón, pues, interpretó
“Lo Grande Que Es Perdonar” otro éxito reciente
que tiene mucho impacto en la juventud.
Pero
el concierto llegaba a su fin, no sin antes, escuchar “Que
alguien me diga” en un ritmo tranquilo, la orquesta hizo una
pausa y entre los sonidos de la conga y el piano, Gilbertito decidió
demostrar el cariño que siente por México, pues, comenzó
a sonear con canciones populares mexicanas como “Un Mundo
Raro”, “Ojalá Que Te Vaya Bonito”, “No
Volveré” y la gente emocionada, no dejaba de corear,
demostrándole al boricua el respeto y cariño que los
mexicanos tienen para con él.
Entre
gritos, aplausos y con las ganas de escuchar “Por la herida
de un amor”, Gilberto se despidió de todos los salseros
presentes, quienes sin duda alguna, ya lo estamos esperando para
que nos brinde otro concierto que también llegue “Directo
al Corazón” de los mexicanos.
Enero
2006
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