Sociedad Bailable,
WILLIE ROSARIO
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Esta
vez tocó al maestro Willie Rosario comprobar que el público
mexicano es un excelente e interesante mercado para la salsa tradicional.
Decenas de conocedores se dieron cita en el ya mítico y tradicional
Salón La Maraka, -próximo a cumplir catorce años
de existencia-, para gozar con la extraordinaria música de
The Master or Rhythm and Swing y su orquesta, quien esta vez se
hizo acompañar de las exquisitas voces de Pupy Cantor, Riko
Walker, Guillo Rivera y, por si fuera poco, Tony Vega.
Desde Puerto
Rico El Rey del Afinque deleitó por espacio de dos horas
al buen bailador y conocedor de la salsa en México. Gente
de Tepito y de muchos otros sitios de tradición en la ciudad
provocaron que el regreso a México de Willie Rosario fuera
uno de los más emotivos de los últimos años.
Con
una súper orquesta y con la ausencia de su cantante Luis
Vergara, quien -vale decirlo- tuvo que alinear las filas del ejército
norteamericano, el maestro Rosario se presentó después
de quince años en la capital del país para, una vez
más, dejar un grato sabor de boca entre el público,
adulto en su mayoría, que gozó de principio a fin
con la fineza musical del boricua.
Temas como Mi
amigo el Payaso, Lluvia, Caramelito de Campo y Del barrio obrero
a la 15, dejaron en claro que efectivamente la orquesta de Willie
Rosario es "
esencialmente para bailar".
Entrevistado
minutos después de la primera de sus dos presentaciones en
la capital del país, el hombre nacido en Coamo, Puerto Rico
un 6 de mayo, habló en exclusiva para AmericaSalsa.com y
dijo sentirse muy contento de visitar esta tierra después
de 15 años de no hacerlo, sobretodo porque "
la
salsa ha penetrado bastante en la sociedad bailable de México".
Al
ser cuestionado sobre la entrega del público mexicano hacia
su persona durante y después de su espectáculo esto
fue lo que nos comentó:
"Me siento
muy contento porque me están reciprocando el cariño
que yo siento por esta ciudad tan bella. Me alegra mucho y pienso
que no hemos trabajado en vano a través de tantos años".
Y efectivamente
así fue esa noche, el público mexicano que acudió
a La Maraka para presenciar al Rey del Afinque, le reciprocó
el cariño y pudo cerciorarse con sus propios ojos porque
es el único y ya legendario Rey, pues a sus casi 73 años
todavía se da el lujo de recibir en el camerino a su público
y firmar un sinfín de autógrafos sin importar la hora.
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