Tras
el anuncio con pósters colocados en distintos puntos de
la Ciudad de México, desde semanas antes de su visita a
nuestro país para promocionar su más reciente producción
discográfica titulada “Travesía”,
el salsero puertorriqueño, Víctor Manuelle,
arribó (para deleite de muchas y muchos) a la capital mexicana
el pasado martes 11 de mayo.
Y
así comenzó la travesía...
En
su primer día de estancia, el intérprete de “Apiádate
de mi”, se dio a la tarea de ofrecer una conferencia
de medios organizada por su disquera, donde brindó a los
periodistas los pormenores de su nuevo material. En
su segundo día, además de conceder una entrevista
exclusiva a AmericaSalsa.com, El Sonero de
la Juventud se presentó en el programa “Con
Sello de Mujer” de TV Azteca, aquí el orgulloso
papá de tres pequeños (Yanishka Mar, Kinaysha Mar
(sí, leyeron bien, las dos se llaman Mar) y Víctor
Manuelle (a quien llaman “junior” ¿por qué
será?) cantó, aunque como es normal en este tipo
de programas, con playback algunos de sus temas, lo cual
no demeritó en nada su interpretación.
En
su tercer día, para fortuna de sus fervientes admiradores,
su disquera junto con Sabrosita 100.9, realizaron
una convivencia con en las instalaciones de Sony Music México,
encuentro que dejó satisfecho a más de uno, pues
pudieron hacerle preguntas, tomarse la anhelada foto (aunque con
algunos percances dado que algunas cámaras se pusieron
también nerviosas y no quisieron funcionar), solicitar
el autógrafo y, por si fuera poco, la disquera tuvo a bien
regalarles un póster y el nuevo CD de Victor Manuelle.
Sin
lugar a dudas, el día más esperado de toda esta
visita, fue la presentación única en el salón
“La Maraka”.
Desde
el 15 de abril el pizarrón del Palacio de la Salsa
anunciaba con bombo y platillos la presentación del intérprete
de “Tengo Ganas” y su Orquesta.
Posteriormente, el 29 de mismo
mes se abriría, por fin, la pre-venta de los boletos, los
cuales se agotarían, como era de esperarse, durante la
primera semana.
Aquí
no importó si se tuvo que estar formado en la fila por
largo tiempo o si se tuvieron que pedir prestados algunos pesos
para adquirir el boleto, lo importante era asegurar los mejores
lugares para disfrutar, desde el mejor ángulo posible,
el siempre atractivo espectáculo del discípulo de
GSR. Llegada
la noche del evento (día cuarto), después de una
ligera lluvia acompañada de nerviosismo y euforia que se
palpaba en el aire, los fans se dieron cita desde las 20:00 horas
afuera de las instalaciones de La Maraka.
Entre
una fila inmensa para entrar, otra más para aún
comprar boletos (¿qué cómo? Si supuestamente
ya se habían agotado), finalmente, después de tanto
alboroto, se pudo ingresar al siempre mágico Salón
La Maraka.
El lugar, vestido de gala y abarrotado
a más no poder (inclusive se habla de un sobre cupo de
casi 1,000 personas, usual con artistas de este nivel).
Las
Orquestas que tuvieron la ardua tarea de abrir la noche fueron
“La Nueva Familia” y “La
Revelación”, quienes hicieron lo propio,
calentar el ambiente (aunque realmente no era necesario, pues
ya lo estaba) para la llegada del oriundo de Isabela, Puerto Rico.
Al filo
de la media noche, la gente ya apartaba su lugar al frente del
escenario, la cuenta regresiva comenzaba y los músicos
uno a uno comenzaban a instalarse.
La adrenalina aumentaba minuto
a minuto, la gente de seguridad (un poco escasa para la dimensión
del evento) se disponía a colocarse en tarima, para impedir
que se subieran al escenario las jóvenes ansiosas de un
beso y un abrazo del joven cantante.
Entre
gritos, chiflidos, empujones, piropos, aplausos y demás,
apareció (con su 1.80 mts y sus 80 kg., aproximadamente)
vestido casualmente en beige (con sus ya acostumbradas mangas
arremangadas) y con barba bien delineada Víctor Manuel
Ruiz, El Sonero de la Juventud.
Dando
paso así a la velada, al ritmo de las primeras notas de
“Como una estrella”, la cual de principio
a fin fue cantada, tarareada o gritada (según su grado
de conocimiento de la letra) por gran parte de los asistentes.
Además
pudimos gozar de otros temas como: “Así es
la mujer que amo”, “He tratado”,
“Poco hombre” y, por supuesto, no
podía faltar la más solicitada de la noche, “Tengo
ganas”, todas ellas dirigidas por Sergio Martínez.
Cuando
la noche parecía estar en su clímax (a pesar de
la cara visiblemente tensa del salsero) con el tema “Si
la ves”, los empujones, gritos, botellazos, gente
arremolinada y, obviamente, tirada y pisoteada, se hicieron presentes.
El panorama
era realmente desconcertante, gente corriendo a las salidas de
emergencia (no despejadas al 100% para el libre desalojo), otras
tantas arrinconadas cubriéndose con lo posible para evitar
se cortadas por vasos y botellas de vidrio, algunas más
subiendo (con ayuda de otros) al escenario para salvaguardar su
integridad física.
Y
así, en medio, de una Maraka fuera de control y con un
saldo doloroso (descalabrados, cortados y golpeados), tristemente,
dio fin a la presentación del boricua, que estaba siendo
por demás excitante, pues desde niños de cuatro
años (que cabría hacer la reflexión aquí
¿qué hacía esos niños en un evento
para adultos?) hasta personas mayores; inclusive la conductores
del programa “Con todo”, Verónica
Bastos y Gerardo Alfaro; cantaban a todo pulmón “de
pe a pa” todos los temas.
Finalmente,
horas después, La Maraka, volvía
a la tranquilidad, la gente se había ido, los heridos llevados
al hospital más cercano, únicamente quedaban dentro
de las instalaciones los meseros y capitanes, para ordenar las
mesas y recoger los vidrios en el piso que había dejado
lo parecía no un show de primer mundo sino una verdadera
batalla campal.
De
esta manera, la Travesía de Victor Manuelle en México
terminaba con su presentación (ahora si completa) en el
Salón Los Ángeles, donde la seguridad
fue más estricta y donde a pesar de los empujones y desorden,
jamás superó, por fortuna, la de la noche anterior.
Víctor
Manuelle (el mayor de tres hermanos al que le siguen
Héctor –su asistente personal- y Bárbara)
el capaz de reunir a tantos seguidores, por mucho ha de mostrado
que, hoy día, es el salsero más codiciado y querido
del momento, si, por encima de muchos otros, de eso no quedo ni
la menor duda, pues. basta haber estado presente en cualquiera
de sus presentaciones, para asegurarlo.