Gilberto Santa Rosa
BRILLA EN MEXICO
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Aquella
fue una noche distinta. Hacía ya tiempo que el 21 no se miraba
así, lleno de vida, de gente y de salsa. Hubo euforia, hubo
lágrimas, hubo de todo. Mexicanos, boricuas, colombianos,
dominicanos, venezolanos y hasta argentinos. Cerveza, tequila y
ron. Todos, sin excepción esperaban con Impaciencia la presentación
de Gilbertito, el caballero, el salsero que hoy está de moda
en gran parte del mundo.
Era una sola presentación y una prueba más para él,
prueba, por supuesto, superada. Lleno total en el recinto de Polanco.
Pista, mesas y barra también al tope. Noche de Un montón
de estrellas, noche de salsa y Viceversa, salsa de noche. Los Pabón
de Cañaveral no podían perderse tan exquisito menú.
Esa
velada Gilberto fue Intenso. Ataviado con un elegante traje color
vino, una camisa rosa con brillantes mancuernillas y una fina corbata,
el caballero sonrió casi toda la noche y reconoció
el excelente ambiente que Merenglass puso en el 21 previo a su presentación.
Era evidente su alegría por el enorme poder de convocatoria
que posee entre el gremio salsero de México. Fue evidente
también que cada vez se parece más al Vino Tinto que
interpreta magistralmente, ese licor que entre más se añeja
sabe y se disfruta mejor. Ese es el Gilberto al que ya estamos acostumbrados
los mexicanos, un Santa Rosa Algo Especial que siempre ofrece Cosas
Nuevas.
En
tarima, Santa Rosa mostró sus dotes de cantante y sonero.
Y allí hizo lucir también, vale decirlo, a la mega
orquesta que lo acompañó. Sin voluntad, Conciencia,
Qué manera de quererte, Si te dijeron, Yo no te pido, Perdóname,
Vivir sin ella y más fueron parte importante de la tercer
gala tropical de este caluroso mayo.
Esa
noche ni la segunda presentación de Victor Manuelle en el
otro escenario importante de la salsa en México -La Maraka-,
mermó la afluencia de quienes conocen y saben de la capacidad
interpretativa del hombre nacido en Santurce, Puerto Rico.
Más
de dos horas de la mejor salsa del mundo fue lo que Gilberto nos
brindó esa noche. Y todavía nos quedamos con ganas
de verle pronto.
Una
vez más dejó un grato sabor de boca entre los asistentes.
Francamente estamos seguros que quienes poseen los recursos económicos
para dar a nuestro país este tipo de espectáculos,
no dudarán en traer muy pronto el afamado show Dos soneros,
una historia, donde no sólo en el Aeropuerto Internacional
Benito Juárez de la Ciudad de México puedan verse
juntos al maestro y al discípulo, sino también en
una tarima de este su suelo azteca, creo que ya lo merecemos.
Mayo
2003
Importante:
Se puede bajar y usar las fotos libremente
siempre cuando se cita AmericaSalsa.com
como fuente
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