Primer Congreso Nacional de Salsa.
BsAsalsa 2002 - SEGUNDO DÍA -
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(CONTINUACION)
El
Viernes 15 de Noviembre se llevó a cabo el segundo día
del Primer congreso nacional de la Salsa en Azúcar Belgrano.
A pesar de comenzar a las 15 hs en un día laboral, fue increíble
el número de personas que asistieron a los talleres del día.
Estos comenzaron en el Salón A (planta alta) con Salsa Mambo
estilo Puerto Rico a cargo de Micaela Torres y Ezequiel Gomez quienes
durante una hora y media profundizaron de manera profesional y,
no por ello menos didáctica, la diferencia entre Clave 1
y Clave 2. Focalizado en la práctica individual, el taller
apuntó al desarrollo de pasos sueltos conocidos como "shines".
Se trabajó con over cross, doble cross y espiral sincopado
entremezclándolos en esquemas coreográficos a un nivel
digno de la pareja instructora.
Mientras tanto en el Salón B (planta baja), Liuva compartía
con un grupo mayoritario de mujeres el taller Del Afro a la salsa.
Un taller que marcó la diferencia pues en él se aprendió
la importante relación que tiene la religión como
raíz y origen de la danza cubana. Los Orishas es el nombre
que se utiliza para agrupar a los distintos santos, esos que tantas
veces son nombrados en los temas que escuchamos los salseros: Elewá,
Ogún, Ochún, Yemanjá y Changó fueron
durante una hora y media representados en cada uno de sus bailes
distintivos por un grupo que se admiraba y a la vez divertía
ante las explicaciones de la profesora a quien pocos podían
imitar en sus maravillosas contorciones corporales.
Luego y aun con más convocatoria a medida que la tarde caía,
Jorge Rodriguez intentaba en apenas otra hora y media establecer
un Panorama de los bailes populares cubanos. Comenzando por las
tres ramas pertenecientes a la Rumba: Yambú, Columbia y Guaguancó,
los más de 40 asistentes a este taller lo seguían
en sus indicaciones de una manera alegre y desenvuelta ayudados
por la calidez de una figura tan conocida dentro del mundo salsero.
A la Rumba siguió el Son, ritmo poco visto en las pistas
de baile a pesar de ser la danza cubana más tradicional.
Formados en parejas, todos practicaban el esquema propuesto por
Jorge mientras este recorría el salón aclarando dudas
y haciendo las correcciones necesarias. Finalmente como cierre de
un taller que quedó corto para muchos, llegó el turno
de la rueda de casino la cual se desarrolló para sorpresa
de la gente con dos mujeres por hombre. Las figuras, complicadas
para varios, hicieron explotar, entonces, la risa y diversión.
Pero no todo fue Cuba en este encuentro, la República Dominicana
aportó lo suyo de la mano de Alexis Mambo con el Merengue
y la Bachata en el Salón B donde un grupo mayoritario de
hombres se dio cita. Con una introducción coreográfica
se aprendieron los pasos básicos de merengue y más
tarde en parejas, la protagonista fue la Bachata, un ritmo realmente
romántico que, al igual que el son, no es habitual en las
salseras argentinas.
El
día terminó con dos talleres dedicados específicamente
al estilo de la Salsa Mambo. Liz Paredes convocaba a más
de 30 mujeres en la planta alta mientras Orlando Arias hacía
otro tanto en la planta baja con los hombres. Movimiento de brazos,
posturas y, sobre todo, actitud fueron desarrollados por dos personalidades
que siempre representan un referente dentro de este estilo que tanta
fusión tiene con el jazz. Y si bien se explicó pacientemente
el paso básico de mambo para aquellos que no lo sabían,
ambos talleres desplegaron un nivel realmente avanzado digno de
un verdadero Congreso. Así, ellas aprendieron que una baila
como camina (por lo cual Liz no dejó de lado el hecho de
enseñar cómo caminar), que el entusiasmo y la energía
es parte de cualquier danza y que, por supuesto como bien siempre
ella demuestra, la seducción siempre debe estar presente
a la hora de bailar dentro o fuera de un escenario. Ellos hicieron
otro tanto, despertaron elegancia y distinción mientras Orlando
impartía con su típica naturalidad y sencillez todas
las consignas.
Noche de
apertura:
Sin
medir cansancio alguno, por la noche todos acudieron a la fiesta
de apertura. Desde las 22 hs y hasta casi las 4 de la mañana
la gente no paraba de llegar a Azúcar de Belgrano, deseosa
de más y más salsa. Deseo cumplido en manos de nuestro
DJ Sergio Lleonart, las parejas ocuparon la pista desde temprano
hasta que a las 24 comenzó el show. Una primera tanda de
6 grupos de salsa desplegó diferentes estilos que marcarían
una pauta para esa noche: coreografías basadas en un enganche
musical, lo cual permitió admirar no sólo meramente
el ritmo salsero sino inclusive el hip hop. Salsa y Bembé
con dirección de Pablo Demaro, abrió el espectáculo
seguido por Habana café de Zárate. Entre una y otra
presentación, una rubia exuberante y desesperada por bailar
representada por Dafne Bernaldez, aportaba la cuota de humor a la
noche. El show siguió con el grupo 10 on one quienes mezclaron
mambo y cha cha chá seguidos más tarde por Swing latino,
una pareja que dio que hablar llegados desde Temperley. La primera
tanda fue cerrada por los grupos Juana Cubana de Zona Norte quienes
bailaron al ritmo del Canario una salsa romántica, y luego
Bendita salsa. El rojo y negro de la mayoría de los vestuarios
se continuó a lo largo de la segunda tanda, Grupo clave y
Pablo Demaro fueron los primeros dándole paso al grupo Gotcha
Dancer de Mar del Plata quienes con una introducción tanguera
hicieron estallar al público con una coreografía llena
de figuras aéreas y cortes estruendosos. Adrián y
Belén dieron el toque local a la noche mientras que de Hurlingam
llegaba el grupo BS As Mambo de Gastón Taborda. Vestidos
al mejor estilo Picapiedras, la muestra incluyó golpes y
sopapos graciosos para cada corte. Otro estallido del público
se vivió con Guanhabana quienes todos vestidos de violeta
abrieron un show a pleno hip hop y siguieron con una magnífica
coreografía unísona al ritmo de Malanga Brava. Orlando
Arias y su ballet masculino aportaron la distinción típica
de la salsa Mambo al ritmo de Conde Negro provocando como de costumbre
gritos y aplausos.
Pero el show no convocó sólo a lo nacional pues desde
Kiev, Ucrania, llegó la danza deportiva con Eugenio y Yanina,
pareja que hace apenas un año que reside en nuestro suelo
y que con extrema gracia y estilización bailaron al mejor
estilo competitivo dando cierre a una serie de presentaciones que
realmente dieron que hablar. Color, ritmo y energía fueron
los ingredientes para una fiesta que, sumándole las bandas
en vivo (Sandunguera y Combo Santo Domingo), se extendería
con entusiasmo hasta la madrugada del Sábado.
Este Primer Congreso Nacional (o clínica como dirían
los cubanos) de la salsa, predice ya en su segundo día, futuros
encuentros anuales que valdrá la pena no perderse.
Noviembre
2002
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