“El Gran Fellove” todo un “fenómeno
nuclear” |
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través de los años (y, por supuesto, de mucho esfuerzo,
dedicación y disciplina), muchas personalidades del ambiente
musical se han consolidado en nuestro país, pero, desgraciadamente,
pocas de ellas, han sido reconocidas como debieran, tal es el caso
de este cantante (nacido el 7 de octubre 1923) compositor cubano
(nacionalizado ya mexicano) y, por si fuera poco, contemporáneo
de importantes músicos y cantantes como: El Niño
Rivera, Tito Puente, Chico O´Farrill, Celia Cruz, Olga Guillot
y Omara Portuondo.
Ubicados
en un acojedor café de la Colonia Roma, con un atardecer
caluroso y teniendo como vista un magnífico jardín,
comenzó está amena charla con el oriundo del Barrio
Colón en la Habana, Cuba, Francisco Fellove Váldes,
mejor conocido como “El Gran Fellove”.
Recuerdos
de su bella Cuba...
“Los
primeros años en Cuba, mi oficio fue joyería de eso
vivía yo, lo que pasa es que yo era una persona muy inquieta,
porque desde niño ¡yo era rumbero!, cantaba y bailaba,
entonces pasó lo siguiente, me fui criando trabajando y divirtiéndome,
pero yo iba a los lugares como hobbie donde tocaban las orquestas
como: La Orquesta de Arsenio Rodríguez, Melodías
de Cuarenta, un grupo de orquestas que eran muy famosas
en Cuba, cuando yo llegaba me decían los directores “óyeme
Fellove, ven a cantar con nosotros” entonces inventé
una cosa sobre la música, sobre los vocales como si fueran
instrumentos (a lo cual posteriormente se le conocería como
Chua-chua), yo cantaba y a la gente le gustaba mucho eso, pero yo
en realidad vivía de mi trabajo, de la joyería y,
entonces, llegó un momento que mucha gente de la televisora
de Cuba en la CMQ me veían y decían “oye porque
tú no llevas a Fellove a la televisión ¡porque
Fellove es un fenómeno!” y entonces me tocó
que mucho directores de programas me utilizaran, pero sin ningún
tipo de negocio, era más el vivir un momento conmigo y trabajé
muchos programas famosos allá en Cuba. En la W trabajé
con el Conjunto Casino, con el Patato que era primo mío y
ahí me involucré con la música hasta venir
a México”.
De
la joyería a la composición...
A
la edad de 17 años, en la casa de su amigo El Niño
Rivera, Fellove compone “Mango, mangue”,
uno de los más grandes éxitos de la música
cubana.
“Ese
fue el número que más le gustó a la gente,
bueno, a mi me gustó hacerlo porque fue una inspiración
mía, en Cuba había una onda de que los vendedores
de frutas tenían su carreta y salían con mango, papaya,
piña y se ponían hacer pregón “llegó
el manguero...” y yo tenía una guitarrita y me puse
a cotorrear y al ver a ese tipo pregonando, se me ocurrió
decir “mango, mango, mango, mango, mango, mangue” ¡ah,
yo de aquí me voy! y empecé a escribir y agarrar la
onda y salió el número, entonces, el primero que me
grabó ese número fue Miguelito Valdés
y después Celia Cruz, me lo grabó
Pacheco, me lo grabaron varios artistas en Europa,
mucha gente en distintos países.
“Mango,
mangue” es mi sello, ese número lo
tengo que poner siempre y hay veces tengo que repetirlo hasta dos
veces, ¡no es por nada, pero cada vez que lo repito me gusta
más porque le hago más cosas!, le pongo más
material, oye, le pongo el hombre biónico, el hombre cibernético,
el hombre nuclear, ese número me motivo de una forma tan
fuerte y fue el que me dio el triunfo aquí en México”.
Su
llegada a México...
Después
de tomar un trago a su vaso con agua natural, nos comparte: “Mi
llegada a México fue bien bonita, yo vine de Cuba en un barco
italiano, entre por Veracruz en el año 1955, el día
cuatro de diciembre, a mi la persona que me trajo fue José
Antonio Méndez, compositor de “La
gloria eres tú” y mi amigo, entonces, pues
¡imagínate!, yo cuando llegué ¡me encantó
México!.
Yo
lo que quería era salir de Cuba, ¡hacer algo!, como
él era compositor y él trabajaba su música
aquí en México y se la daba a los tríos y eso,
entonces yo le dije “yo quiero salir ya, yo me voy contigo”,
yo dejé la joyería, ¡dejé todo!, entonces
fue cuando él me presentó al señor Mariano
Rivera Conde, era el mejor Director Artístico que
había en México, que fue el que hizo a toda esa gente
Toña “La Negra”, Benny Moré,
me lo presentó, ese señor me oyó cantar y me
dijo vente a la oficina y búscate un grupo para que te acompañe
porque te voy a grabar y ya la coincidencia que yo conocí
a un grupo y que tocábamos bien y hablé con el director
y nos pusimos de acuerdo y se grabó “Mango,
mangue” y “El Jamaiquino”,
en realidad, no hubo mucho problema porque luego, luego la gente
me empezó a llamar y empecé a trabajar.
Al
Distrito Federal, viene a hacer relaciones, a proponerle a los grupos
mi música, yo vine como compositor a darle música
a los grupos, pero sale la relación de Mariano Rivera
Conde, ya después no tuve necesidad de hacer eso
porque yo grababa lo mío que era lo que le gustaba la gente,
entonces ¡todo salió perfecto!. ¡Y ahí
fue que empezó el éxito!”.
Ya
instalado en nuestro país, el Vicepresidente de la
RCA Víctor, Mariano Rivera Conde y, esposo de Consuelito
Velázquez, lo bautiza como “El Gran
Fellove” y con una tremenda sonrisa, Fellove
nos comporte: “a mi no me gustaba y él me decía
“¡eh, cállese la boca que yo le pongo a usted
como a mi me da la gana!”.
En
su, ahora ya, larga estancia en nuestra capital, el compositor comenzó
su debut en el Bar Latino con José
Antonio Mendéz y en el club El Burro
con la Orquesta América.
Grabó
seis LP’s para la RCA Víctor y, por
su talento como cantante y bailarín, fue invitado a participar
en dos películas: “Escuela de Rateros”
en la cual cantó “El Jamaiquino”
y “El Super macho” primer film a color en México
y última película que realizaría el inmortal
Pedro Infante.
Además
de participar en varios programas de televisión y cantar
en la mayoría de los cabarets de México. Tras haber
sido uno de los iniciadores del ska en Cuba, populariza en nuestro
país una de sus variantes, el “Chua-chua”.
Fellove
creador del Chua-chua en México...
“Mira
cuando yo vine acá, los mexicanos, la verdad, no estaban
en la onda cubana, me costaba mucho trabajo para enseñar,
pero como yo tenía necesidad de hacer mi música, yo
tenía que enseñarles a ellos, nosotros nos encerrábamos
y yo les decía mira yo hago “paparabapapura”
y usted me hacen “chua-chua-chua” y entonces les fui
enseñando y escribiendo inclusive en un cartoncito para que
ellos vieran el fraseo cómo es, cómo tenían
que decir el fraseo, me costó mucho trabajo, pero cuando
agarraron ellos, se agarraron conmigo porque les gustaba lo que
yo hacía porque mi música era diferente a la demás
y entonces empezamos a laborar y los demás grupos empezaron
a copiar, Melón, ta, ta, ta, toda esa gente,
pero, todo eso lo hice yo en el año 1955”.
¿Melón
creador del Chua-chua?
Rocío
Montes, representante y amiga, nos hace hincapié
“el descubridor de este ritmo, de esta fusión entre
ska y jazz ¡es Fellové!. Apenas hubo un programa con
Armando Manzanero donde sale Melón
diciendo que él era el creador de esto en el 57, Fellove
en el 55 ¡y esto está en libros!, porque este año
incluso sale un libro que se va a llamar “Carambola”
del Fondo de Cultura, donde se anota esto por fechas,
el creador de este ska con jazz es Fellove y con
investigadores que han venido de Europa se ha comprobado. ¡Melón
trabajaba con Fellove!”.
Al
respecto, el intérprete añade: “El
lobo lo traía para hacerme coros a mi, entonces,
yo metía unos cubanos acá para hacer coros. Me da
risa porque todo mundo sabe que yo fui que hice todo esa bronca.
Yo tengo el disco ahí que es la comprobación más
grande del mundo que lo hice en 1955, como entonces él se
va a adjudicar una cosa que no es de él, pero yo no peleo,
yo dejo al pueblo que diga porque todo mundo sabe que esa onda la
traje yo, entonces, no me gusta pelear, eso es un problema que Diosito
sabe lo que hace y todo mundo sabe como soy y que todavía
faltan mucho más cosas”.
Un
hombre muy disciplinado...
Fellove,
pese a ser diabético, está en óptimas condiciones
de salud, gracias a sus constantes chequeos médicos.
“Es
mi cuerpo primero y mi salud, yo sé que tengo mi diabetes
y que la diabetes es una enfermedad muy mala, es una enfermedad
terrible, ¿tú crees que si yo fuera otro tipo yo ya
no estuviera abajo de la tierra desde hace rato? y si no me cuido
¡me voy igual que los demás! y gracias a Dios aquí
estoy peleando con ella y tomando medicina, ¡no queda otra!,
pero por eso no me siento triste, ni fuera de la onda, cuando me
junto con gente que está tomando ¡me divierto más
que la gente que está tomando!.
“Yo
no necesito vino, yo no necesito nada para divertir a la gente,
yo soy natural, ¡yo soy un fenómeno nuclear cibernético!”.
Al
respecto, su representante, comenta: “Yo creo que la base
del éxito es que son disciplinados, cuando hemos estado en
presentaciones aquí o en el extranjero, lo primordial, es
buscar músicos disciplinados que respeten al artista y que
ubiquen quién es el artista en ese instante y, afortunadamente,
en México, hay muy buenos músicos y hemos trabajado
con buenos músicos disciplinados”.
¿Y
los músicos mexicanos?
“Los
músicos mexicanos son maravillosos ¡olvídate!,
la Orquesta de Peréz Prado, todos los músicos
eran mexicanos, yo trabajé con músicos mexicanos,
todos mis músicos no eran cubanos, ¡todos eran mexicanos!,
¡yo pegué con un grupo mexicano!, así que para
mi lo que yo quiero es que un músico toque bien y que haga
lo que yo quiero hacer conmigo, porque el músico que no sea
original, no pasa nada con él, es un músico limitado
y ¡yo, las limitaciones en la música no!.
Talento
nato...
“Bueno,
yo digo que talento tengo porque me salen las cosas (ríe),
yo estoy aquí con usted ahora y con el señor, óyeme
que sabor tiene la amiguita que me está entrevistando óigame
esto se llama así, “mi amiguita quiere gozar, mi amigo
me tira una fotografía y ay van a gozar, ¡mulata!”
¿tú me entiendes? eso es todo, improvisar en el momento”.
Fellove
también toca tumbadora, batá, canta un poquito de
afrocubano, “lo afrocubano ahorita no lo utilizo, estoy
utilizando nada más las cosas latinas”.
Componer
vs. Interpretar
“Me
gustan las dos cosas, las dos cosas me encanta, para mi son maravillosas
las dos cosas, la verdad, porque me divierto, es que la música
para mi es mi alma, es mi vida, es mi futuro, yo oigo música
y el cuerpo mío se transforma en una forma increíble,
pero, buena música, no oír cualquier música,
la buena música es la que está bien hecha, un buen
arreglo, una buena orquesta, buenos músicos, cuando se toca
bien”.
Como
compositor se siente orgulloso de que lo interpreten otros cantantes
“yo pertenezco a esa familia porque yo cuando grabo, grabo
distintos números de otros compositores, entonces, imagínate
como me siento ¡feliz!, porque me da gusto, porque el disco
pega y al pegar el disco es señal de que el disco está
bueno y de que le gustó a la gente, porque el problema es
de que le guste al público y, así fue, hasta el sol
de hoy, están sacando grabaciones por todo lados, a veces
no me llega porque como lo graban en Europa y por esos países,
pues es muy difícil conseguir el disco. Hay gente que me
dice “óyeme Fellove escuché
un número tuyo allá en Alemania”
Y
hablando de música...
“La
música es muy sabrosa, chica, la música no se debe
desperdiciar, ¡la música es el arma del mundo, la música
y el amor es lo más grande que hay! ¡olvídate!
con la música se enamora uno, con la música inventa
uno, lo mejor del mundo es ser feliz y la música hace feliz
a todo mundo”.
“La
música me alimenta, la música para mi es un néctar
de alegría y de vida para mi cuerpo, ¡yo no me canso,
por Dios santo!”.
Fusiones...
“Yo
quiero salirme un poco del D. F. para ver si es verdad que yo tengo
algo que puede gustarle al público porque uno no sabe lo
que uno hace a veces, entonces, lo mejor del mundo es tener la oportunidad
de meterte acá y allá y que te vean y que digan oye
este tipo esta raro, no se parece a este, él hace lo que
quiere en el escenario, ¡es un fenómeno!, eso es lo
que a mi me gusta hacer, ¡no parecerme a nadie, ni copiar
a nadie!”.
Fellove
y la juventud....
“Los
chamacos me entienden y les gustan las cosas que yo hago y, dicen,
¡este señor no se parece a nadie y este señor
yo quiero agarrar onda!, me dicen “¡oye quiero que me
enseñes eso, oye quiero que me enseñes lo otro!”
y yo ¡espérame un momento déjame guardar un
poco para mi porque si no me quedo sin nada y te llevas todo para
ti!”.
“Hay
que juntarse con todo mundo, un niño tú lo agarras
y le dices mira niño esto, canta conmigo “mira mi niño
se llama, quiero bailar yo contigo, vamos a bailar mi niñito,
ah, ah” y todas esas cosas y se le enseña al niño
y ¡el niño lo hace!. ¡Eso es lo que hay que hacer
con todos los niños, enseñarle a tocar tumbadora,
a tocar guitarra, a tocar clave, a cantar!”.
Orfeon...
la historia de un contrato inconcluso...
“En
Orfeon se encontró un contrato en donde
el contrato decía que eran treinta canciones y nada más
se habían grabado diez hace treinta años y fuimos,
nos recibieron muy bien y ¡ah, maestro lo que quiera, ahí
está el estudio y se va a hacer!, de esto que te digo he
hecho cincuenta o cien o las llamadas que quieras y entre “una
junta, no puedo, no esto, no lo otro”, el contrato no se ha
cumplido y se tenía que cumplir para que ese contrato fuera
real, o sea, ¡nunca le cumplieron su contrato!, lo cansaron,
al igual que están haciendo ahorita, como representante ¿qué
haces? ¿me sigo peleando con esto o mejor a aprovecho mi
tiempo al disco que viene de España? y más bien te
enfocas a ese tipo de cosas que son más interesantes que
estarse peleando con una disquera”, puntualiza la representante.
Una nueva etapa...
En
2002, iniciando una nueva etapa en su carrera, Fellove
graba una versión tropical de famoso tema “Walking
on the Moon” interpertada por Sting.
Rocío,
nos comenta “con unos amigos de él en el estudio
grabaron “Walking in the moon”, en
salsa, ¡bien sabrosona!, tuvieron el detallito de grabar con
un DJ nada más una frasecita de Fellove,
¡esta el disco, eh!, “camina como chencha bla, bla,
bla...”, este disco que te digo, está sonando en las
discotecas en Londres y, esto que grabó a nivel de amigos,
lo toma otro amigo lo vende en Monterrey y el de Monterrey lo vende
allá y el que menos gana es Fellove, ¡pero
está sonando en Londres!”.
Hacia
el futuro...
“Fellove
tiene que hacer más cosas, todavía está fresquecito,
digo, en el sentido musical, la música no para, lo que hay
que tener talento para hacer las cosas, la música le gusta
a todo el mundo, la música la toca todo mundo, pero le falta
una cosa, la música no es comercial, la música no
se puede comercializar, la música hay que inventarla, que
la gente vea que tu estás haciendo inventos ahí que
no está escrito eso”, agrega el compositor.
En
busca del reconocimiento a nivel internacional...
Rocío:
“Yo sé bien que a nivel internacional Fellove es un
personaje muy importante, entonces de lo que se logre este año
yo sé que da el giro a México. Afortunadamente, del
lado del extranjero nos están ayudando y vamos a tomar eso
porque están viendo el lado histórico de Fellove y
¡vámonos y después de regreso!. ¡Lo tenemos
aquí, está aquí en México! y aquí
qué pasa ¿no?. Lo apoyo con mucho cariño, ahora
ya a su familia, a su esposa, pero, a Fellove, como valor histórico
que tiene como personaje, a parte de su calidad humana”.
Como
no recordar a su entrañable hermana Celia Cruz...
“Celia
Cruz era hermana mía, nosotros nos decíamos
así en Cuba porque nosotros nos conocimos desde que tenía
17 años en Cuba, ¡yo no salía de su casa!, tenía
una casita ahí con su mamá y su hermano ¡era
un cotorreo!, yo llegaba ahí y me ponía a cantar “Mango,
mangue”, ella me lo grabó y era un cotorreo
lo que teníamos ahí ¡tremendo, muchacha!. Hubo
un campeonato en la radio de cancionera y Celia Cruz
se ganó el premio de la mejor guarachera de Cuba y Olga
Guillot se ganó el premio de la mejor cantante de
bolero de Cuba, estábamos junto todos, ¡era una cosa
increíble!”.
Porque
como México no hay dos...
“México
es un país maravilloso para mi, ¡yo lo adoro!, este
país me ha dado satisfacciones, ¡este país me
hizo a mi!, ¡yo soy más mexicano que cubano!, en el
sentido que he estado aquí toda mi vida porque he disfrutado,
porque tengo muchos amigos mexicanos y amigas mexicanas”.
“Yo
soy muy feliz chica ¡de verdad! y le pido a Dios que me dé
un chance y a mis santitos que me den un chance de caminar y que
mi amiga la Doctora Rocío encuentre un camino para irnos
a caminar y espero que venga algo bueno este año”.
A
lo largo de su fructífera trayectoria, Fellove,
se ha presentando en diversos países como Panamá,
Argentina, Colombia, Venezuela, Puerto Rico, Francia, ha cantado
en el Palladium de Nueva York y de Los Angeles, California, Estados
Unidos, con la Orquesta Nuevo Ritmo de Cuba; también,
ha cantado con las orquestas de Tito Puente, Tito Rodríguez
y Machito. Ha sido acompañado por extraordinarios
músicos como el trompetista Chocolate Armenteros,
el baterista Tino Contreras y el joven pianista
cubano Osmany Paredes.
“Tengo
que hacer mi grupo para poder sacar todas esa serie de cosas que
tengo guardadas en la mente y en el corazón, para que la
gente vea un Fellove diferente a todo lo que han
visto en mi”.
*Americasalsa.com
agradece el tiempo proporcionado para esta entrevista a “El
Gran Fellove” y a su fiel admiradora y tenaz representante,
Rocío Montes.
Marzo
2005
Importante:
Se puede bajar y usar las fotos libremente
siempre cuando se cita AmericaSalsa.com
como fuente |