Nacido
el 17 de septiembre de 1948 en Puerta de Tierra, barrio de San Juan,
Puerto Rico, de familia de clase media, Raphy quedó huérfano
de madre cuando apenas contaba con tres años de edad. Una
década más tarde, en plena preadolescencia, el sentido
de pérdida lo volvió a impactar al morir su progenitor.
Recibió
su educación elemental, intermedia y secundaria en el colegio
San Agustín, localizado en el mismo barrio donde nació.
Al graduarse de la Escuela Superior recibió el honor de "Excelencia
General". Ingresó en la Universidad de Puerto Rico con
matrícula de honor, donde estudió Administración
Comercial, especializándose en Administración de Negocios
y Contabilidad.
Desde
muy temprano en su adolescencia, Raphy Leavitt dejó sentir
su inquietud por la música popular. Inicialmente estudió
acordeón en la Academia de George Kudirka. Posteriormente
formó el conjunto musical Los Señoriales y en 1966,
fundó La Banda Latina. En esta etapa de su carrera Raphy
sólo interpretaba los éxitos de otras orquestas. Pero
la informalidad de muchos de los integrantes de ambos grupos llevó
al joven músico a buscar una forma más seria de abordar
la salsa.
Al llegar a
sus años de universitario, comienza a despertar en Raphy
el deseo de aportar algo positivo al género afroantillano,
el cual era considerado escandaloso y sin sentido. En esta etapa
de su vida, Raphy se propuso demostrar que dicha música podía
enriquecer a la sociedad con canciones que llevaran un mensaje,
sin necesidad de recurrir a la chabacanería.
Cuando en 1971
la salsa dominaba el pentagrama puertorriqueño era un hecho
consumado, Raphy Leavitt apareció con una nueva orquesta
de jóvenes talentos llamada La Selecta.
Su primera composición
se titulo "Payaso", un bolero montuno cuya grabación
marcó un triunfo trascendental para la novel orquesta La
Selecta. En esta composición Raphy introdujo a la música
de la salsa la utilización de soneos (inspiraciones del vocalista)
en forma de décimas puertorriqueñas. Con esta selección
La Selecta se colocó entre las principales orquestas de Puerto
Rico; trascendió en el pentagrama con canciones como "Te
equivocaste" y "Lamento rumbero" y recibió
los galardones Disco de Oro y 45 de Oro.
En 1972, al
cumplir La Selecta su primer aniversario, surgió de la inspiración
de Leavitt, su segundo super éxito "Jíbaro soy".
Canción que marca el período de la afirmación
nacional en la salsa de los 70's, "Jíbaro soy"
reafirmó la fuerza de La Selecta y la encumbró nuevamente
hacia primeros lugares.
Debido
al éxito de esta canción, la orquesta salió
en gira artística por el Este de los Estados unidos, sin
haber terminado la grabación del disco de larga duración
donde aparecía "Jíbaro soy". Desafortunadamente
el grupo tuvo un fatal accidente automovilístico en Connecticut
en el que perdió la vida el trompetista de la orquesta Luisito
Maisonet, mientras el propio Leavitt quedó al borde de la
muerte.
Tanto Raphy
como otros tres integrantes de la orquesta permanecen hospitalizados
por seis largos meses. Pero mientras se recuperaba de las heridas,
le surgió la inspiración para uno de los éxitos
más impactantes de su trayectoria: "La cuna blanca".
Como homenaje póstumo a la memoria de Luisito, esta composición
se difundió con fuerza en territorio nacional, así
como trascendió en países como Panamá, Venezuela,
Colombia y en el mercado latino del los Estados Unidos.
"La cuna
blanca" le dio Raphy su segundo Disco de Oro. Pero además
le mereció el premio "Compositor del Año"
y el "Busto de Oro Rafael Hernández".
En el primer concierto de Nueva York, luego del accidente, recibió
la "Placa de Bronce del Madison Square Garden" En su visita
a Panamá se le otorgaron los premios Búho de Oro,
Grupo Orquestal más popular y Orquesta Internacional más
Popular.
Produce en 1976
el cuarto éxito de La Selecta; "El buen pastor",
por el cual recibió un 45 de Oro y entró de lleno
al mercado de Venezuela.
La Selecta recibió
en 1987 el Premio Diplo como Orquesta del Año. Tras 19 años
de labor profesional, Raphy Leavitt comenzó en la década
del 90, estableciendo su propio sello disquero, identificado como
R.L. Récords.
"Café
colao", "Soldado", "Amor y paz", Lamento
Jíbaro", "Dueña y señora" y
"A la sombra del flamboyán", han sido algunos de
los éxitos musicales que han coronado la labor de Raphy Leavitt
y su orquesta La Selecta.
Esta agrupación,
que ha contado con las voces de figuras como Sammy Marrero, Tony
Vega, Carlitos Ramírez, Osvaldo Díaz, se ha mantenido
firme en su propósito de no recurrir a la vulgaridad o a
temas de doble sentido para ganar popularidad.
Salsa
con olor a patria
En
1971, el joven pianista Rafael Leavitt Rey decidió organizar
una orquesta de salsa desafiando los moldes rítmicos de las
bandas que, hasta entonces, dominaban el mercado musical.
Su propuesta, que contrastaba el trabajo que realizaban las agrupaciones
que operaban bajo la égida del sello Fania, consistió
en trastocar las sonoridades afrocaribeñas dominantes en
la rítmica salsera de Nueva York para incorporar al repertorio
del género la herencia de nuestra música campesina,
despertando la memoria de las grandes aportaciones de nuestro cancionero
autóctono, con énfasis en la décima y el seis
chorreao.
Esta acción, además de sellar el distintivo de identidad
de la naciente orquesta, imprimió a la salsa un estilo único
que enriqueció el género.
Así surgió La Selecta, una agrupación que en
términos líricos se enfocó en interpretar canciones
para "despertar la conciencia de un pueblo en su lucha por
la justicia social".
"En
una etapa de mi carrera vi que era el momento preciso para incluir
lo nuestro y no dejarlo rezagado, porque nuestra música típica
es tan sabrosa como otra y no hay por qué centrarse solamente
en los ritmos afroantillanos", sostiene el veterano músico,
conocido en la grey salsera como Raphy Leavitt.
Su audacia armónica se hizo perceptible en los mambos y moñas
que acompañan sus repertorios, en el sonido de los trombones,
en los piquetes y fraseos de las trompetas, en el contenido de sus
letras, en la ejecución de los músicos y la interpretación
de sus cantantes.
La Selecta se erigió como una entidad musical diferente,
con olor a pueblo. Una banda que enriquecía la música
popular puertorriqueña con una sonoridad exclusiva que aportó
al género un nuevo estilo.
El baluarte de su distintivo radicó, al final, en la combinación
selecta de intercalar en el sonido salsero los acordes de bomba,
plena y seis chorreao en sus interludios, haciendo de ésta
una expresión de "salsa jíbara".
Punto final en la cohesión de la propuesta de Raphy Laevitt,
quien nació el 17 de septiembre de 1948, fue la incorporación
del talento vocal de Sammy Marrero, quien no dudó en aceptar
el reto de esa experimentación e innovación rítmica.
En
su primera etapa, La Selecta cultivó grandes éxitos
que se recogen en sus primeras producciones: "Payaso"
(1971), "Mi barrio" (1972), "Jíbaro soy"
(1973) y "Herido" (1974) y que aún figuran entre
las favoritas del público.
La consolidación de este proyecto se logró con "Jíbaro
soy", un tema trabajado en décimas y que fue responsable
de mantener la vigencia de la orquesta aun cuando ésta permaneció
inactiva como consecuencia de la hospitalización de Raphy
Leavitt, luego de sufrir un accidente de tránsito en la ciudad
de Nueva York, y que también provocó el fallecimiento
de su mano derecha, el trompetista Luisito Maysonet Ramos.
El niño del piano acordeón
La fascinación musical de Raphy Leavitt surgió en
su hogar, una diminuta casa de madera con balcón grande que
ubicaba en el número 52 de la calle San Juan Bautista, en
el barrio sanjuanero de Puerta de Tierra. Allí, su padre,
José Leavitt Sánchez, tocaba el violín y sus
tías Jessie y Roselín interpretaban el piano.
También le provocaba un gran atractivo apreciar el desfile
de talentos que se presentaba en el programa de televisión
que conducía Rafael Quiñones Vidal, creador de la
"pesetita voladora", en el que, narra, fue seducido por
el sonido del piano acordeón.
"Yo
veía, aquel señor, en ese programa que tocaba el piano
acordeón y yo le decía a papi que ése era el
instrumento que quería tocar. Yo tenía cuatro o cinco
años y él me apuntó en la academia de Goerge
Kudirka, que era famoso porque tocaba en el Suite Chalette, en la
parada 22 de Santurce y ése fue el instrumento que estudié.
Más tarde pertenecí a su orquesta, compuesta por estudiantes",
afirma.
Corría el año 1966 y, siendo apenas un joven de 18
años de edad, Raphy Leavitt acarició su primera experiencia
profesional en la música en una agrupación familiar,
El Combo los Rey, que unió a seis primos hermanos: Ramón
Rey (timbal), Francisco "Paquitín" Rey (bajo),
Guillermo Marín Rey (voz y congas), Rafael Santiago Rey (voz
y güiro), Eloy Santiago Rey (bongó) y Rafael Leavitt
Rey (piano acordeón).
La banda se caracterizó por la interpretación de la
música popular tradicional, con énfasis en el pasodoble,
el bolero, el merengue y la guaracha, música bailable.
Esta experiencia duró dos años y, en 1968, tras la
salida de los hermanos Ramón y Francisco Rey para formar
parte del acompañamiento de Los Alegres Tres –con Damirón,
Chapuseaux y Sylvia de Grasse–, Raphy Leavitt decidió
crear su propia agrupación, que nombró Los Señoriales
y que mantuvo el mismo patrón rítmico de música
tradicional.
"Yo
ejecutaba todas las líneas melódicas y el piano acordeón.
Tocamos en el Sandy Hills de Luquillo y pegamos", asegura,
al tiempo que confiesa que temprano en la trayectoria de su banda
se percató de que el nombre "era muy fino para la música
popular y rápido le cambié el nombre a La Banda Latina".
Salsa con conciencia nacional
Cercano al 1970 las inquietudes artísticas y sociales del
joven músico superaban el alcance que le otorgaba el proyecto
que ejecutaba con La Banda Latina. Sus intenciones retaban las críticas
que "gente clasista" vertían contra la música
popular, en especial la salsa, por lo que decidió explorar
nuevos rumbos.
"Hubo
muchos que entendían que la música popular era chabacana
y una 'latería', y eso me lleva a abandonar mi historia de
El Combo los Rey, Los Señoriales y La Banda Latina, entendiendo
que la salsa se podía enriquecer con canciones que llevaran
mensajes profundos. De ahí viene el reto, crear un nuevo
estilo con canciones diferentes a los temas jocosos y rítmicos
de la época, que carecían de contenido y mensaje",
relata.
Su viaje musical lo condujo a la experimentación de una nueva
fórmula que conjugara su ideario social con sus patrones
armónicos y que uniera su visión de mundo con la musicalidad
salsera. Se aproximaban nuevos retos para Raphy Leavitt, un desafío
que sólo podía enlazarse en un proyecto distinto,
atípico y selecto.
Fatídico
accidente marca la historia de la orquesta
La
noche del 28 de octubre de 1972, mientras cinco integrantes de La
Selecta se transportaban de Nueva York hacia Connecticut para cumplir
con sus compromisos profesionales, el vehículo en el que
viajaban impactó contra una valla en la carretera dejando
un saldo de dos muertos: Jesús Ruiz, el chofer, y Luisito
Maisonet, trompetista y fiel colaborador de Raphy Leavitt.
Como consecuencia del fatídico accidente, el líder
de la agrupación sufrió una contusión cerebral
que lo mantuvo inconsciente por cuatro meses. También sufrió
fractura masiva en su cadera –que se rompió en 114
pedazos de huesos y tuvo que ser remendada con tornillos y clavos–
y lesiones en el nervio ciático. Otro de los músicos,
Richard López, el trombonista, tuvo fracturas en el fémur
izquierdo.
Postrado en una cama, sedado y en desconocimiento de los detalles
del nefasto accidente, Raphy Leavitt vio en sus sueños las
imágenes que iban dándole forma a las incidencias
de aquella noche. Tuvo la visión de una cuna blanca y de
la imagen de su eterno amigo, Luisito Maisonet, vestido de negro.
"Una
mañana escuché su trompeta y cuando abrí los
ojos lo vi, y él me dijo: 'Ahora sí te voy a ayudar'",
narra con pesar el veterano músico.
De esa experiencia brotaron las letras de "La cuna blanca"
, tema que se incluyó en el disco "Jíbaro soy"
y que fue galardonado con un "Disco de Oro".
Sin embargo, cuenta Raphy Leavitt, que mientras estuvo hospitalizado
hubo músicos que en su afán trataron de copiar su
propuesta musical y el estilo original de La Selecta, aunque sin
éxito. El desencanto que le derivó "la mala fe"
de sus colegas lo llevó a darle tema a su cuarta producción
discográfica "Herido" (1974), que incluyó
"Lamento jíbaro", "Dueña y señora"
y "Mentira", entre otros.
Luego de ese álbum llegó "A Record Inferno"
(1975), seguido por "De frente a la vida" (1976), este
último con los éxitos "El buen Pastor",
"Viento" y "Te arrepentirás".
A finales de la década llegó el disco "Cosquillita"
(1978) –que dio a conocer al joven vocalista Tony Vega–
y "Soledad", la última producción realizada
para el Sello Borinquen.
La Selecta ha ganado tres "Discos de Oro" y ha sido proclamada
en Panamá como "Grupo Orquestal más Popular"
(1972) y "Orquesta Internacional más Popular" (1973),
además de ganar el "Búho de Oro" (1974).
Este año obtuvo en Puerto Rico el premio "Tú
Música", en la categoría de "Mejor Grabación
Salsa" por su álbum "Raphy Leavitt y La Selecta:
30 años de historia musical".
Selecta
expresión del sentimiento popular
En
la memoria de Raphy Leavitt aún persiste el retrato de la
gente de su barrio pobre de Puerta de Tierra, junto a la que conoció
la pobreza, la marginación social y el fango.
Poco a poco esas estampas se fueron fijando en su recuerdo, volcándose
más tarde en melodías con textos sociales que se ocuparon
de narrar las experiencias de vida de aquellos parroquianos, como
se aprecia en la canción "Mi barrio" y "Corazón
de niño".
Sus canciones también se ocuparon de presentar el sentimiento
religioso que clama por la perseverancia y la lucha, como dice "El
buen Pastor", uno de los primeros temas religiosos que se graban
en ritmo salsero.
"Somos
una familia"
Más que una agrupación musical, Raphy Leavitt ha procurado
hacer de su trabajo artístico la extensión de su familia,
tratando a sus músicos como parientes y sosteniendo con ellos
una estrecha relación afectiva.
"Somos
una familia y si echamos pa' lante, echamos juntos", sostiene
el pianista.
Dice, además, que su propuesta siempre ha buscado alejarse
del concepto musical de la Fania, procurando ser más selectos
en la compilación de su repertorio, en la musicalización
de los temas –distanciándose de los patrones afrocaribeños–
y presentando un comportamiento colectivo a tono con sus reflexiones
sociales.
"Siempre
le he dicho a los muchachos, desde el primer día, que si
estamos predicando una visión de mundo diferente, una forma
de ser, no podemos permitir abusos con el pueblo, ni con mujeres,
nada de perdición, ni uso de drogas, ni abuso de alcohol",
confiesa.
La Selecta se alza como una de las agrupaciones más portentosas
del país justo en los años en que el imperio de Jerry
Masucci y Johnny Pacheco, regentes de la Fania, dominaba el mercado
de la música caribeña.
En cambio, Raphy Leavitt nunca aceptó formar parte del equipo
de bandas que agrupaba Fania, optando por la fidelidad que le guardaba
a su sello disquero, Discos Borinquen, no empece a los acercamientos
que recibió del propio Masucci.
Y es que La Selecta se midió mano a mano con las grandes
y afamadas orquestas de la época, y sin contar con los recursos
promocionales que disponía Fania para mercadear sus productos
se convirtió en una de las más importantes bandas
salseras de Puerto Rico, calando con fuerza en el mercado latino
de Estados Unidos, Europa y Asia.
Su secreto, sostiene Raphy Leavitt, fue establecer el principio
de transformar la lírica salsera con mensajes sociales, sin
dejar de ser bailable y sabrosa pero "sin entrar en la chabacanería
de sábanas mojadas, ni en la vulgaridad".
De esa manera, cuando los temas sensuales y eróticos comenzaron
a dominar el escenario salsero, La Selecta produjo el álbum
"Provócame" (1990), una muestra más de las
posibilidades melódicas y líricas que tiene el trato
del tema amoroso lejos de lo ordinario y lo impúdico.
Luchador
incansable
A
los tres años de edad, Raphy Leavitt perdió a su madre
y cuando era apenas un adolescente su padre murió, por lo
que se crió con sus tías Jessie y Roselín Leavitt.
Estudió gerencia y contabilidad en la Universidad de Puerto
Rico en Río Piedras y llegó a desempeñarse
como maestro de nivel secundario en el colegio San Agustín
de Puerta de Tierra, donde estudió de niño.
Antes de crear La Selecta, el músico no había grabado
ni compuesto tema alguno.
En el arte de la composición ha logrado un catálogo
de sobre 120 temas, de los que cerca de 90 han sido grabados.
Joe Quijano, Daniel Santos, Gilberto Santa Rosa y Marc Anthony han
sido algunos de los artistas que han interpretado los temas "Jíbaro
soy" y "Payaso".
El director de La Selecta no vacila en criticar el "sonido
genérico" de las nuevas orquestas de salsa "que
no hace que los nuevos intérpretes se identifiquen".
Asegura que su orquesta es una de las pocas instituciones salseras
del país que se ha curtido con un estilo y sonido único,
brindándole al público alternativas diferentes dentro
de un mismo género, sin saturarlo.
Fue la primera orquesta que introdujo a la salsa el sonido de la
música típica.
En 1971 Raphy Leavitt visitó todas las casas discográficas
puertorriqueñas ofreciéndoles su orquesta para grabar
un disco y nadie le dio la mano porque "decían que no
se iban a arriesgar con una banda de jóvenes". Sólo
el sello Discos Borinquen, del cubano Darío González,
le dio la oportunidad.
"Oye
mi bongó"
Las últimas grabaciones de Luisito Maisonet están
contenidas en el disco "Jíbaro soy", en el que
se destaca su interpretación de la trompeta en el bolero
"Consentida".
La única composición de Sammy Marrero, "Sólo
fuiste una más", fue incluida en la producción
"Diez años sembrando semillas en el alma del pueblo"
(1982).
El cantante Tony Vega debutó con La Selecta con el éxito
"Cosquillita", en 1978.
La Selecta fue pionera en los temas religiosos en la salsa al grabar
"El buen Pastor", en la producción "De frente
a la vida" (1976).
El bolero "Y vuelvo a fallar" fue grabado como salsa en
1993, en un homenaje a Raphy Leavitt, por la orquesta La Mulenze,
en su álbum "De regreso".
Los temas "Payaso" y "La cuna blanca" le valieron
el premio "Busto de Oro Rafael Hernández", otorgado
por la viuda del afamado compositor puertorriqueño, María
Pérez, en una ceremonia efectuada en San Juan, en 1973.
Los temas "Amor y paz" y "Destino humano", ambas
del disco "Mi barrio" (1972), fueron el hit parade simultáneamente.
En menos de dos años, La Selecta se colocó como una
de las agrupaciones más impactantes del patio musical, logrando
un éxito arrollador que los llevó a visitar Centro
y Sudamérica, Europa, Asia, África y las principales
ciudades de Estados Unidos.
Los temas "Lamento jíbaro", "Parranda selecta",
"Fiestas de Navidad" y "Somos el son" intercalan
un seis mapeyé dentro del cuerpo de la canción.
Por 23 años, Carlitos Ramírez fue el segundo vocalista
de La Selecta, y es recordado por sus éxitos "La cuica"
y "La guiñaíta".
El tema "Dueño y señora", interpretado por
Feliz "Dino" Guy Casiano, se convirtió en un éxito
en Haití y la República Dominicana.
Otros cantantes que pertenecieron a La Selecta fueron Alex D'Castro,
Eddie Santiago, Rafy Miranda y Roberto Ortiz. Sólo los dos
últimos grabaron con la orquesta, en 1980.
En la actualidad, Sammy Marrero comparte la responsabilidad vocal
de la agrupación con Samuel Antonio ("Tony") Rivas.
Defensor
de la salsa con conciencia
El
enunciado que condujo a la creación de la orquesta La Selecta,
en 1971, estuvo matizado por el reto de probar que la música
arraigada al sentimiento popular merecía ser enriquecida
con mensajes de conciencia social que abordaran las aspiraciones
y anhelos de los sectores marginados del país, despertando
su juicio y su cordura para que lucharan por un mejor país.
"Era
necesario que lleváramos en nuestra música alivio,
un mensaje de paz y comprensión que le dijera a la gente
vamos a luchar, vamos a marchar juntos para subir poco a poco. Dije
que esta orquesta iba a ser diferente a las demás porque
iba a un mensaje a la humanidad, como dijimos en el tema 'Destino
humano', que escribió el bongocero de la orquesta, Felipe
Román", afirma un inquebrantable Raphy Leavitt.
Crear algo diferente, "selecto en el contenido de sus canciones
pero con un sonido sabroso para gustar a los bailadores" llevó
al entusiasta músico a una nueva exploración artística:
la composición.
"Ahora
tenía que empezar a componer esas canciones y como iba a
ser un estilo único y diferente tuve que crear las letras
y sus arreglos musicales. Todo esto por la presión que veía
y notaba que caía sobre el género, que era criticado
por no tener valor", dice, al tiempo que recuerda sus primeras
composiciones: "Óigame, señor", "Lamento
rumbero", "Payaso", "Te equivocaste" y
"Vive tu vida".
Las primeras letras creadas por el músico, puestas sobre
un pentagrama, hilvanaban sus líneas poéticas en textos
que le hablaban a la gente de su barrio "que eran pisoteados
por otros", más poderosos.
Sammy Marrero: La voz de la diferencia
La faena de armar una nueva agrupación le tomó semanas
y una vez logrado su objetivo, Raphy Leavitt tuvo que aguardar siete
meses antes de hallar el intérprete que capturara en su voz
la esencia del sentimiento que quería transmitir.
"Ensayábamos
todos los días en mi casa de Puerta de Tierra y tu veías
la gente del barrio 'empaquetao', oyendo, pero no habían
coros ni cantantes. Hasta que una noche Richard López, mi
trombonista, me dice que conocía a un flaco en el kilometro
ocho de Bayamón que se llamaba Sammy (Marrero). Ya había
probado otros cantantes, pero sin lograr la compenetración
de autor y cantante, que era el triunfo de poder llevar un mensaje
contundente. Entonces fuimos a ver a ese flaco, en el caserío
Falín Torrech (de Bayamón)", narra.
El primer encuentro del músico con el cantante fue malogrado.
Sammy Marrero estaba enfermo de pulmonía y no pudo ponerse
en pie para recibir a sus inesperados visitantes. Se hablaron a
la distancia y sólo alcanzaron a intercambiar una grabación
con los temas que había repasado la orquesta.
"Hoy
no puedo conocerte pero escúchalas (las canciones) y cuando
te sientas bien me llamas y hablamos", relata Raphy Leavitt,
en la rememoración de su primera vista al vocalista.
Cinco meses más tarde se produjo la llamada pactada, y el
ensayo.
"Cuando
Sammy abrió la boca aquel barrio explotó, las barras
se vaciaron… tú sabes cuando la música llega
y yo le dije has pasado la prueba con el pueblo y él me dijo:
'Llevo 16 años cantando, me ha llegado mi oportunidad y no
la voy a desperdiciar", detalla Raphy Leavitt.
Antes de unirse al joven pianista, Sammy Marrero, quien nació
en Coamo el 16 de febrero de 1942, había participado en las
orquestas de Osvaldo Valentín, La Masacre, Los Muchachos
de don Jesús y el trío Los Tempest.
Audaz en el arte de la versación campesina, la fuerza interpretativa
de su voz fue determinante para el éxito que alcanzó
La Selecta a su arribo al mercado musical, en particular por su
vocalización de "Payaso", un tema cuyo mensaje
abraza la experiencia del desgarre amoroso para tratar las contradicciones
sociales que emanan de la lucha de clases.
"Quería
presentar en una canción de amor el daño que se le
quería hacer a la clase (social) de abajo. Hubo ciertos sectores
que querían marginarnos y nos clasificaban como despreciables
y como si no aportáramos nada a la cultura del país",
declara Raphy Leavitt.
"Payaso",
que permaneció tres meses como la canción favorita
de la radioaudiencia nacional, se destacó, además,
porque a media melodía se convertía en un montuno
y sus improvisaciones se transformaban en un largo monólogo.
Leavitt,
Raphy - Salsa
Líder de banda de salsa, pianista, compositor, arreglista
y productor Raphy Leavitt nació el 17 de septiembre de 1948,
en la sección Puerta De Tierra de San Juan, Puerto Rico.
Nacido en una familia de clase media, la madre de Leavitt muere
cuando el tenía solamente tres años de edad. Diez
años más tarde, quedó huerfano a la muerte
de su padre. Sin embargo, Leavitt mostró gran interés
por la música y a temprana edad comenzó tocando el
acordión.
En su temprana adolescencia formó su primera banda musical
y en 1966 otra, llamada La Banda Latina, tocando trabajos compuestos
por otros. Sin embargo, después de su graduación de
la Universidad de Puerto Rico, formó otra banda llamada La
Selecta, en 1971. Esta última banda, que consistía
en trombones y trompetas, bajo, piano, voces, y sección de
ritmo con conga, bongo, timbales, cencerro y güiro, tocaría
las propias composiciones de Leavitt.
El grupo firmó con Borinquen Records y lanzó 10 álbumes
en el curso de los siguientes ocho años.
Su primera composición en convertirse en éxito fue
"Payaso", que se convirtió en disco de oro por
sus ventas. Es un bolero montuno en el cual Leavitt utilizó
"soneos", o improvisaciones, en la forma de décimas
como se hace típicamente en la música folklórica
Puertorriqueña. Leavitt y La Selecta siguieron con canciones
éxitos como "Te equivocaste" y "Lamento rumbero",
rápidamente ubicándose en el centro de atención
de la música de salsa. El álbum debut del grupo La
Selecta también se convirtió en disco de oro y el
siguiente año, Leavitt y La Selecta lanzaron el gran éxito
internacional Jíbaro Soy.
El éxito de la canción le ofreció a Leavitt
y a la banda la oportunidad de hacer una gira de concierto en los
Estados Unidos. Trágicamente, la banda se vio envuelta en
un accidente de tráfico en una autopista en Connecticut (Estados
Unidos), en donde murió el trompetista Luisito Maisonet y
en donde casi pierde la vida Leavitt. Otros tres miembros de la
banda fueron hospitalizados. Después de seis meses en el
hospital, Leavitt se recobro y fue dado de alta.
Su segunda canción éxito y disco de oro fue "La
Cuna Blanca" la cual Leavitt compuso en memoria de Maisonet
aun estando en el hospital. La canción estuvo en primer lugar
en las listas musicales en Puerto Rico y en las de varios países
de América Latina, y también apareció en la
cartelera latina de Billboard. Esta canción llevó
a Leavitt a ganar el premio Rafael Hernández al "Compositor
del Año".
La siguiente canción en convertirse en éxito fue "El
Buen Pastor" del álbum De Frente A La Vida de 1976.
Este también fue un éxito internacional y se convirtió
en disco de oro por sus ventas. Dos años después,
Tony Vega se integró a la banda y cantó como voz principal
al lado del cantante principal Sammy Marrero, en muchas de las canciones
del siguiente álbum, Raphy Leavitt La Selecta Orchestra en
1978. Vega subsecuentemente dejó la banda para unirse a Willie
Rosario.
Leavitt luego cambio de empresa disquera; escogiendo a TH Records,
con quien lanzó tres álbumes entre 1981 y 1983. Durante
ese tiempo, Carlitos Ramírez se incorporó a la banda
como cantante co-líder en su álbum para conmemorar
su décimo aniversario.
Leavitt decidió cambiar de casa discográfica una vez
más y esta vez se fue con Bronco Records, manejada por Bobby
Valentín. Leavitt grabó dos álbumes bajo el
sello Bronco. Para el primero, Leavitt trajo al talentoso arreglista
y pianista, Isidoro Infante, quien escribió muchas de las
canciones incluídas en este album: Somos El Son. El siguiente
año, Leavitt y La Selecta ganaron el premio puertorriqueño
Diplo de la industria de la música a la Mejor Banda del Año.
En 1988, los cantantes principales de la banda se incrementaron
a tres con la adición de Osvaldo Díaz y lanzaron el
álbum Se Solicita Un Cariño en 1988. Infante una vez
más hizo una gran contribución; arreglando todas las
canciones.
Leavitt luego lanzó su propia empresa discográfica:
RL Records en 1990 con la cual grabó su siguiente álbum
Provócame. El álbum tuvo un éxito fenomenal,
llegando a ocupar la cartelera latina de Billboard. La canción
principal es un número de salsa romántica cantada
por Díaz y arreglada por Infante, y llego a ocupar entre
las primeras 5 posiciones de las listas musicales en Puerto Rico.
Otros álbumes y compilaciones siguieron, que incluyen el
reciente álbum Oro Salseros en donde aparece el éxito
../music/raphy_leavitt-oro_salsero-a_tropezon.mp3 A Tropezón. |