Ponce le vio
nacer a comienzos de los 50 y todo Puerto Rico se vistió
de gala para dar la bienvenida a quien, en un futuro cercano, se
habría de convertir en uno de los mejores intérpretes
de la música afro-latina. Se dice que cuando nació,
el médico le dio una nalgada como si tocara las claves.
Enrique Lucca,
conocido en el ambiente como Papo, lleva el ritmo en sus venas.
Su abuelo fue guitarrista, cantante y compositor. Su padre, Kike
Lucca fundó en 1954 la Sonora Ponceña y era su caro
anhelo ver a su hijo, ese negrito con pinta de jinete, encargado
de la dirección de la orquesta.
La instrucción
musical, como es lógico, estuvo a cargo del viejo. Papo se
interesaba en la música, y a los 4 años ya se graduaba
en claves. A cualquier hora del día Papo practicaba en las
congas. Su experiencia en la percusión la demostró
a los seis años: un día, en un ensayo, Papo tomó
el lugar del conguero y sonó tan fuerte que el tumbador contratado
dejó el ensayo ante las bromas de los ponceños, pues
éste no había podido con el diminuto percusionista.
Luego
del informal debut, un amigo de Kike, Julio Alvarado, se encarga
de Papo quien comienza a adentrarse en el mágico hechizo
de las notas musicales. En un principio Al varado no se interesó
por Papo, pero cuando le vio tocar exclamó: ¡Ese es
un verdadero músico! A los dos años del aprendizaje,
Papo desplazaba sus manos en las teclas con notable facilidad y
a los 8 años hace su debut con la Sonora Ponceña,
la expectativa por verlo era grande porque a decir verdad, los músicos
no creían en él, pero cuando hizo lo que sabía,
los aplausos se presentaron sin mucho protocolo.
Los primeros
LP que graba Papo como pianista son los interpretados por Felipe
Rodríguez y Davilita. "Tenían que ponerme unas
gaveras de refresco para solucionar el problema de los pedales",
acota Papo.
A
los 10 años de edad, Papo hace su primer arreglo, un número
del maestro Tito Puente que el infantil pianista presentó
con la Sonora. Se puede afirmar que Papo es hechura de su padre
en todos los sentidos. El viejo Kike cuidó que Papo no dejara
los estudios y es así como a los 18 años Papo ya había
pasado por la Universidad de Puerto Rico y había estudiado
3 años en el Conservatorio de Música.
Como todo músico,
Papo recibe influencias foráneas. Confiesa que su tendencia
al jazz le viene de Osear Peterson, cuya técnica trata de
emular en las teclas.
La vida musical
de Papo, los sacrificios de la niñez, le valieron la confianza
del público. Muchos ojos observaban los pasos del ponceño,
no pensó que entre sus admiradores estaba un tipo canoso
llamado Pacheco. Johnny le vio en un concierto y por ello no lo
pensó mucho cuando necesito un pianista ante la decisión
de Harlow de irse a incursionar con su orquesta.
Yo estaba asustado
y casi no pude realizar mi música. Había mucha gente
en el Madison, se había corrido la bola que yo iba a tocar
con Las Estrellas de Fania y parece que era la atracción.
Después de todo fue cuestión de rutina. |