Nicolás
Cristóbal Guillén Batista nació el 10 de julio de 1902, en Camagüey,
capital de la provincia cubana del mismo nombre, hijo del periodista
Nicolás Guillén Urra y de su esposa Argelia Batista Arrieta. Su
padre murió, a manos de soldados que reprimían una revuelta política,
en 1917, y ello significó la ruina económica de la familia.
La madre, una
mujer de carácter y valor, se encargó de la formación de sus hijos
y de la dirección del hogar. El recuerdo del padre fue conservado
siempre por el hijo, quien, muchos años después, en la década del
cincuenta, lo evocaría intensamente en su "Elegía camagüeyana".
Por lo demás, su familia tenía un determinado nivel cultural y social.
En sus Páginas
vueltas, de tono autobiográfico, Guillén ha contado: "Si
se me preguntara a qué clase social pertenecía mi familia en aquella
época, yo diría con toda seguiridad que a la pequeña burguesía negra".
El joven Guillén
termina sus estudios de bachillerato alrededor de 1919 y comienza
a publicar sus versos en 1920, y colabora con revistas como Camagüey
Gráfico, en su ciudad natal, y en Orto, de Manzanillo.
En 1922 conforma
un volumen de poesía, "Cerebro y corazón", marcado por la
estética del modernismo, pero no llega a publicarlo en ese momento,
y sólo verá la luz cuando, medio siglo más tarde, aproximadamente,
aparezcan sus Obras completas. También en 1922 comenzó a
estudiar Derecho en la Universidad de La Habana, cuyas aulas abandonó
en breve, desencantado por la situación deprimente de ese centro
de estudios, impresión que dejó reflejada en un poema, "Al margen
de mis libros de estudio", en el que satiriza la mediocridad de
la vida universitaria que conociera (este texto, publicado en el
número inaugural de la revista Alma Mater, en cuya directiva
figuraba Julio Antonio Mella, tuvo una cierta notoriedad en el momento).
De regreso a Camagüey, Guillén organiza y dirige la revista Lys,
que tendrá muy poca duración. En Camagüey se desempeña en diversos
oficios, entre ellos el de corrector de pruebas en el periódico El Camagüeyano, y luego el de redactor de mesa en ese mismo
diario. Allí estuvo a cargo de una sección, "Pisto Manchego", en
la que el joven periodista mezclaba, con sumo gracejo, temas de
actualidad nacional o mundial con el anuncio de productos comerciales.
También fue empleado del Ayuntamiento de Camagüey.
En 1926, regresa
a La Habana en busca de un cambio de vida. A través de algunas amistades,
obtiene un trabajo en la Secretaría de Gobernación. Decide en esta
época instalarse en la capital cubana. Allí se intensificaron sus
intereses literarios e intelectuales y conoció a Federico García
Lorca (quien había sido invitado por Fernando Ortiz a impartir unas
conferencias). En esa época conoce en La Habana al gran poeta negro
norteamericano Langston Hughes, cuya amistad e influencia serían
sumamente importantes para Guillén. En
abril de 1930, escribe sus Motivos de son, que, al publicarse
en el Diario de la Marina, lanzan al poeta novel a una especie
de celebridad polémica, pero de amplia resonancia popular; la musicalización
sucesiva de estos poemas por diferentes compositores, entre ellos
Alejandro García Caturla y los Grenet, subrayó más aún la enorme
acogida popular de sus textos. En otro sentido, la publicación de Motivos de son anudó su permanente amistad con otro poeta,
también camagüeyano, Emilio Ballagas.
En 1931, publica,
gracias a haber ganado un premio de lotería, Sóngoro cosongo; poemas mulatos, un libro de mayor estatura artística y de
vocación reflexiva sobre la cultura cubana. En 1932, Guillén recibe
una carta admirativa de Miguel de Unamuno: es la confirmación de
su vocación poética.
Entre 1931 y
1934, Guillén va madurando gradualmente su modo de ver y analizar
la realidad cubana e incluso caribeña. En 1934 se produce en Cuba
el golpe militar del jefe del ejército, Coronel Fulgencio Batista
Zaldívar. La situación política y económica del país es convulsa
y está sujeta a la política de intervención de los Estados Unidos.
En este año, su nuevo poemario, West Indies, Ltd., da cuenta
de su crecimiento intelectual, que lo orienta hacia posiciones cada
vez más críticas sobre el desequilibrio social y económico de su
país. En 1936 Guillén se incorpora al grupo de redacción de la revista Mediodía, en la cual el poeta llega a tener una influencia
marcada, y en la que colaboran intelectuales de la importancia de
Carlos Rafael Rodríguez.
Vinculado a
otra importante figura cultural y política del momento, Juan Marinello,
Guillén viaja a México el 19 de enero de 1937, para participar en
el congreso organizado por la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios
de México. Su estancia mexicana le produce honda impresión, y le
permite vincularse con artistas como Silvestre Revueltas, José Mancisidor,
Diego Rivera, Alfaro Siqueiros, y otros. Es en esta época que publica
un poemario de fuerte entonación popular, Cantos para soldados
y sones para turistas, con prólogo de Juan Marinello. También
publica en México su poema "España. Poema en cuatro angustias y
una esperanza".
Viaja a España
en 1937, para participar en el II Congreso Internacional de Escritores
para la Defensa de la Cultura, en Barcelona, Valencia y Madrid.
En ese país, en plena guerra civil antifascista, se vincula con
lo más destacado de la intelectualidad española, y allí Manuel Altolaguirre
edita su libro, España. Poema en cuatro angustias y una
esperanza. Conmovido por cuanto ve y experimenta en la España
de la guerra civil, Guillén ingresa al Partido Comunista, en el
cual militará hasta su muerte.
En España, por
lo demás, se relaciona con Antonio Machado, Miguel Hernández, Pablo
Neruda, Ilya Ehrenburg, Rafael Alberti, César Vallejo, León Felipe,
Juan Chabás, Octavio Paz, Tristán Tzara, Anna Seghers, y reanudó
trato con Ernest Hemingway, a quien conociera en Cuba. De vuelta
a su patria, acompañado por León Felipe, su situación no es fácil,
entre otras razones porque "el Partido Comunista se hallaba en plena
ilegalidad" y por la inestabilidad económica y política del país.
En 1940, Guillén se presenta, sin éxito, como candidato a las elecciones
para alcalde de la ciudad de Camagüey, por el Partido Unión Revolucionaria
Comunista.
Entre 1939 a
1941 el poeta tuvo que consagrar buena parte de su tiempo a una
intensa labor política y cultural, en el equipamiento del periódico
Hoy, así como en tareas del Frente Nacional Antifascista, del cual
era dirigente.
En 1942, el
poeta Jacques Roumain, Director del Instituto de Etnología de Haití,
lo invita a ese país, al cual viaja Guillén como enviado cultural
del gobierno cubano, como delegado del Frente Nacional Antifascista
y como redactor del periódico Hoy. En marzo de 1944, Guillén
funda la revista cultural Gaceta del Caribe, con José Antonio
Portuondo, Mirta Aguirre, y Ángel Augier, la cual, a pesar de su
indudable estatura literaria y cultural, apenas alcanza a sobrevivir
hasta los dos últimos meses del año.
El 19 de noviembre
de 1945, Guillén inicia una gira por América del Sur, que habrá
de ser fundamental en su proyección continental y en el desarrollo
posterior de la perspectiva americanista de su obra. Visita Venezuela,
Colombia, Perú, Chile, Argentina, Uruguay, Brasil. En todos estos
países sostiene intercambios con lo más destacado de los artistas
e intelectuales, se profundiza su visión de América. En 1947 publica
en Buenos Aires El son entero.
En 1951 publica
su Elegía a Jesús Menéndez, en homenaje al líder obrero cubano,
con quien había mantenido amistad y colaboración. Ese año participa
en el Consejo Mundial por la Paz, en Praga y en Viena. Al año siguiente,
viaja a la Unión Soviética, a la República Popular China y a Mongolia.
Escribe en Cuba sus "Coplas de Juan Descalzo" y publica su Elegía
cubana. La situación política cubana, cada vez más difícil después
del golpe de estado de Fulgencio Batista, se ha hecho insostenible
para él. En 1954 está en Estocolmo, para el Congreso de la Paz,
y recibe el Premio Lenin de la Paz. En 1956 viaja a París, Bucarest,
Varsovia, Budapest, Praga, Bruselas. La situación política de la
Isla lo ha convertido en un exiliado, que en su patria estaría condenado
a prisión por la dictadura. En 1958, está en París; en 1959, el
triunfo de la Revolución Cubana lo sorprende en Buenos Aires, donde
se ha publicado recientemente La paloma de vuelo popular.
De inmediato, regresa a Cuba. En el año 1961 se realiza en La Habana
el Congreso en el que se funda la Unión de Escritores y Artistas
de Cuba (UNEAC), de la que resulta Guillén electo Presidente, cargo
que detentará hasta su muerte. Asimismo, mantiene su activa militancia
en el Partido Comunista de Cuba. Como Presidente de la UNEAC, tiene
una participación directa y sistemática en toda la vida artística
y cultural de Cuba.
En 1962 publica Prosa de prisa, recopilación de sus textos periodísticos,
crónicas, comentarios, etc. En 1967 publica El gran zoo, y en 1969 Cuatro canciones para el Che. En 1972 aparecen La rueda
dentada y Diario que a diario. Ese mismo año se le concede
en Roma el premio "Viareggio". La muerte, después de larga enfermedad,
lo sorprende el 17 de julio de 1989.
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