Hay veces cuando las comparaciones son inevitables, como en el caso de los artistas simbólicos; y en particular cuando se trata de afamados músicos y su descendencia.
Varios estudios se han conducido sobre el talento musical y su lugar en la genoma humana y estos estudios suelen apoyar la teoría de una musicalidad hereditaria. Sin confirmar o garantizar que así sea, los estudios lo indican favorablemente. Señalan por ejemplo, a la dinastía de los Bachs, de los Jacksons, los Sinatra, los Dylan, los Cole, y han citado hasta Julio Iglesias y su hijo Enrique.
Usualmente, se encuentran ciertos rasgos genéticos en los hijos de grandes artistas, aunque no necesariamente aparece una conexión musical. Sin lugar a dudas, la aptitud musical se hereda, aunque más importante sería el desarrollo, la crianza y el estímulo de ese talento dentro de un ambiente familiar y la utilización de una buena instrucción formal que luego rinda fruto. Ese sería el caso del bajista Israel "Cachao" López, que nació y se crío en el seno de una familia musical. Sin embargo, este fenómeno sucede frecuentemente con muchísimos talentos que no provienen de una familia de músicos.
Talento hereditario no obstante, si la flexibilidad de estos talentosos jóvenes se llega a desarrollar o no, depende mucho de la forma y en el ambiente en que ellos se crían.
En el caso del cantante Ismael Rivera, Jr., es inevitable ver (o sentir) esa herencia, pues el joven cantante lleva el ADN de su padre, tanto en lo físico como en la conexión musical y espiritual. En su haber se encuentra aquella voz ronca y vital, aquel sentido de ritmo y aquel espíritu jocóso. De manera muy interesante, este heredero tiene en su agenda una misión. No se trata de caprichos; simplemente basta con decir que "Ismaelito" (así le llamaba el viejo) no puede permitir por ningún motivo que el pueblo latinoamericano se olvide del legado musical de su padre.
Claro, que todo esto ya se esperaba de él, pero el asunto va más allá de la sangre que los une, pues resulta que el viejo Maleo proyectó una dinámica diferente en cuanto a los demás cantantes puertorriqueños de su época.
Se trata de un animador demasiado vibrante y estimulante como para relegarse a una mera nota a pie de una página en algún relato folclorista.
Indiscutiblemente, fue Maelo, padre, quien le dio voz a la bomba y la plena.
A caso no fue este mismo intérprete, con su estilo vigoroso y callejero quien le sirvió de vocero a su pueblo? Acaso no fue el mismo Maelo Rivera quien le puso el toque final a la tribu de Cortijo, llevando la música negra de Borinquen a los pueblos caribeños hermanos? En una época de hoteles y cabarets para turistas y gente altivas, este "folclorista" e historiador pregonero le dio cierta esperanza a los pobres de su isla, tanto como a los emigrantes latinos de Nueva York. Junto a su amigo Cortíjo, el tal llamado "Brujo de Borinquen" marcó pauta en el ambiente nuevayorquino, y posteriormente, le pintó una nueva cara a lo que antes se denominaba "latino". Con todo el respeto que se merecen los famosos directores de orquesta de la época anterior, se puede decir con certeza que Maelo Sr., al separarse de la agrupación que lo hizo famoso y que lo identificó con sus raíces pleneras, al trasladarse a la ciudad del cubanísimo mambo, encabezó un movimiento cultural que le dio a la isla de roca una nueva identificación, arrastrando a la tercera generación de músicos nacidos en la urbe, muchos de ellos ya vinculados a la música afroamericana-rokera-pop, hacia lo que el y otros de su generación habían escuchado desde su infancia. Claro que no estuvo solo, pero sí estuvo a la vanguardia del movimiento. Fue como una llamado a esa juventud urbana para que regresaran al sonido ancestral del Caribe, al son y la rumba, y a la plena y la bomba también, en fin, a lo más típico de su herencia musical, y fueron ellos mismos quienes popularizaron todo lo que fuese "caribeño" en origen. De aquel concepto de regreso a la raíz antillana se desprendieron varios intérpretes que luego llagaron a ser famosos "salseros". Incomprendido por muchos modernistas durante la década de los sesenta, "El "Sonero Mayor" fue un visionario que perseveró. En ese detalle, su hijo le ha sido muy fiel.
Ismael Rivera, Jr. es "El Heredero" que ha logrado mantener viva la tradición de su célebre padre, por su alegría, su sabor boricua y su forma de gozar con la música. Indudablemente, cuando Ismaelito (así le llamaba el viejo) pone los pies sobre cualquier escenario, se nota claramente que está siguiendo los pasos de su padre, "El Sonero Mayor". Consta, lo ha logrado sin tener que imitarlo, pues el joven sonero brilla con luz propia.
Afirma Ismael, Jr.: "Todo las personas que bailaron y disfrutaron con la música de mi padre, y en particular los que lo conocieron o trabajaron con él, cuando escuchan mi nombre y me ven en el escenario, de inmediato me dejan saber que sienten la conexión espiritual entre él y yo, y que el viejo está vigente en mi ser. Se ponen nostálgicos, pues saben que yo les voy a traer gratos recuerdos de tiempos mejores. Ahora es cuando me doy cuenta de todo esto, y en especial cuando sus fanáticos llaman mi nombre y me piden las canciones del viejo; siempre me aplauden y me demuestran una sonrisa, y creo que ese ha sido el regalo más grande que me dejó mi padre; su aura no se ha ido del ambiente, me inspira y me motiva a seguir llevando su música por el mundo entero. No solo tuve la dicha de trabajar con mi padre, sino con mi padrino Rafael Cortijo y el formidable percusionista Kako, y ellos fueron los que me nutrieron, me enseñaron y me llevaron por el camino del sabor y del ritmo criollo. Ellos fueron mi escuela. Sin la educación callejera que me dieron esos tres colosos, desde muy pequeño, quizás no hubiese llegado a ocupar el espacio que estoy ocupando hoy en día. Esas lumbreras - aún desde el más allá - me siguen alumbrando y alimentando, me siguen propulsando hacia la cima, para darle conciencia a mi público de una tradición que se está perdiendo rápidamente, y para brindarles lo mejor posible de mi talento. Gracias a mi padre y a mi pueblo es que seguiré llevando el mensaje sonero a través del mundo." |