Primeros años
Eduardo Palmieri nace el 15 de diciembre de 1936 en la ciudad de Nueva York , es de ascendencia puertorriqueña y organizó su primera orquesta a la edad de 14 años. Durante la década del 50' incursionó en la música tropical en orquestas como la de Johnny Segui, Vicentico Valdez y Tito Rodríguez.
Su primera banda
En 1961 crea su famoso Conjunto La Perfecta, junto al trombonista Barry Rodgers y el cantante Ismael Quintana. Con ellos debuta en el mundo del disco en 1962, justo en el momento en que las charangas estaban más de moda. Con el sonido de violines y flauta, Palmieri siguió aquella moda pero integrándole Trombones y Trompetas. Como amante confeso del Jazz, Eddie, desde entonces, se distinguió por ser un músico experimental. De ahí que su discografía en los 60's dejara como testimonio dos producciones con el jazzista Cal Tjader.
La Perfecta se desbanda en el año de 1968 por problemas económicos, pero a renglón seguido el aporte de Palmieri al pentagrama musical incluye discos como 'Lo que Traigo es Sabroso', del cual se derivo su primer éxito Muñeca.
En una etapa posterior, Eddie pasa de la compañía Alegre a Tico Records. Con estos produjo una serie de álbumes de gran éxito, como lo es la joya clásica de 1971 'Vamonos pa'l Monte' en el que incluía a su hermano Charlie Palmieri como organista invitado.
Primer Grammy
Su unión con el cantante Ismael Quintana tuvo un gran éxito hasta que este decidió lanzar su carrera como solista con la discográfica Fania Records. Es entonces cuando Eddie graba la producción 'The Sun of Latin Music' con un nuevo cantante de nombre Lalo Rodriguez de tan solo 16 años, y con él su álbum se convirtió en la primera producción latina en ganar un premio Grammy en 1974.
A final de la década del 70, Eddie graba con el sello Coco Records. De esta época se destacan producciones como 'Unfinished Masterpiece'. Como otros artistas latinos del momento, Palmieri probó suerte con el sello discográfico estadounidense Epic Records, pero lamentablemente el experimento no resultó como él esperaba por lo que esa unión duró poco tiempo.
El álbum blanco
Lalo, entonces siguió los mismos pasos de su antecesor Ismael Quintana, dejando la Orquesta para lanzarse como solista. Hecho que provocó que volviera Ismael Quintana junto a Cheo Feliciano que ya había tenido la oportunidad de grabar con Palmieri en el álbum de 1968 'Champagne', juntos dieron al mundo a conocer la gran producción 'Eddie Palmieri, también conocido como el 'Album blanco de Palmieri' en 1981, producción considerada por muchos como el mejor LP de la historia.
También en la década del 80 Eddie gana dos nuevos Grammy por sus producciones 'Palo pa' Rumba' de 1983 y 'Solito' de 1985. Por otra parte en 1987 graba al salsero Tony Vega en el álbum 'La Verdad'.
Jazz Latino
A pesar del decaimiento de la Salsa, esto no ha detenido su empuje en el pentagrama musical. De esta manera pudo volver a incursionar en su otra pasión, el Jazz Latino, y seguir con su Salsa. De hecho graba en 1992 a la joven La India, en la producción 'Llego La India vía Palmieri' y en 1998 la producción 'El Rumbero del Piano' en el cual vuelve a la salsa dura que siempre lo ha caracterizado.
Durante su larga trayectoria ha participado en conciertos y grabaciones con la Fania All Stars y Tico All Stars y se ha destacado como productor, arreglista, compositor y director de orquesta. Con el han laborado grandes músicos como Israel Cachao Lopez, Alfredo Chocolate Armenteros, Lewis Khan y Bobby Valentín.
Anuncio de su retiro
Con la llegada del nuevo milenio, Palmieri había expresado su deseo de retirarse del ámbito musical, anuncio acompañado por la producción 'Masterpiece' con el fallecido Tito Puente. Esta producción musical recibió aplausos de la crítica especializada ganando dos nuevos premios Grammy, llegando así a tener seis de esos premios.
También nos trajo producciones con el conjunto 'La Perfecta II' que nos traía una serie de canciones del anterior conjunto de Palmieri y álbumes jazzisticos de gran calidad como 'Listen Here'.
73 años de vida, 61 años en la música, 55 años en agrupaciones musicales y 45 años en las salas de grabación, le ameritan a Eddie Palmieri más de 35 trabajos musicales con su propia agrupación.
Eddie es considerado El Emperador de la Salsa, El Molestoso, El Rompeteclas, El Sol de la música Latina, o como dice la revista El Manicero de Barcelona, España: Palmieri, es, de todos los pianistas de la Salsa y el Latín Jazz, sin discusión, el más moderno, el más estudioso, el más arriesgado, el más gozón, en una palabra el más revolucionario.
Discografía
· La Perfecta (1961)
· El Molestoso Vol. 2 (1963)
· Lo que Traigo es Sabroso (1964)
· Echando pa'lante (1964)
· Azúcar pa' ti (1965)
· Mozambique (1965)
· El Sonido nuevo (1966) con Cal Tjader
· Molasses (1967)
· Bamboleate (1967) con Cal Tjader
· Champagne (1968)
· Justicia (1969)
· Super Imposition (1970)
· Vamonos pa'l Monte (1971)
· Live at Sing Sing Vol. 1 (1972)
· Sentido (1973)
· Live at Sing Sing Vol. 2 (1974)
· The Sun of Latin Music (1974)
· En Vivo desde la Universidad de Puerto Rico (1975)
· Unfinished Masterpiece (1976)
· The Music Man (1977)
· Lucumi, Macumba, Voodoo (1978)
· Eddie Palmieri (1981)
· Timeless, Live (1981)
· Palo pa' Rumba (1983)
· Solito (1985)
· La Verdad (1987)
· Sueño (1987)
· Llego la India vía Palmieri (1992)
· Palmas (1994)
· Arete (1995)
· Vortex (1996)
· El Rumbero del Piano (1998)
· Masterpiece (2000) con Tito Puente
· La Perfecta II (2002)
· Ritmo Caliente (2003)
· Listen Here (2005)
· Simpático (2007) con Bryan Lynch
Eddie Palmieri:
el arquitecto de la salsa creativa, monumental, exigente y progresiva
que confluye con el jazz.
Este compositor y pianista de salsa y jazz latino nació hace
67 años en "El Barrio", área de Nueva York
donde se gestó la salsa. De ascendencia puertorriqueña
, crece al lado de su hermano mayor, Charlie Palmieri, pianista
latino de culto, leyenda y pionero del jazz latino.
Eddie comienza a tocar el piano a los 8 años. Acude al conservatorio
y su primer concierto clásico lo realiza a los 11 años
en el Carnegie Hall. Después se enamora de los timbales y
de hecho, los interpreta (hasta hoy) pero se vuelca definitivamente
en el piano a los 14 años, por imperativos familiares.
Eddie es compositor, productor, arreglista, líder de orquesta
y, por supuesto, un pianista de música afroantillana de gran
energía y resistencia, de solos atrevidos y originales, y
de técnica heterodoxa que causa pavor entre la vieja escuela
(de ahí que Palmieri se autodefina como "tocador de
piano"). Su forma de tocar respira experimentación,
rebeldía y dramatismo a pleno pulmón, en forma de
firmes y reiterativos montunos (=frase pianística y rítmica
donde se asientan los instrumentos solistas).
Se le llama "El Rumbero del piano" y "Rompeteclas"
por arremeter contra su teclado, cual si fuera un tambor (él
mismo se considera un percusionista frustrado), en el éxtasis
de sus actuaciones. Sus influencias pianísticas van de Mcoy
Tyner (jazz) a Debussy (música clásica impresionista).
La salsa de Palmieri nace del esquema sonoro e instrumental de la
música cubana de charanga (basada en orquestas de baile que
aúnan violines y flautas), a la que se le aplica la sonoridad
urbana de NY: jazz, bomba, otras músicas del caribe y temáticas
sociales reivindicativas de lo latino en las letras de las canciones,
toda una mezcla homogénea: así nace la música
salsa (aunque tal denominación se inventa en Venezuela en
los primeros años 60).
Eduardo Palmieri forma su primer conjunto musical a los 14 años,
estando aún en el colegio. En éste se encuentran Orlando
Marín y Joe Quijano. En 1955, Eddie se hace músico
profesional de la orquesta de Johnny Seguí, que pasa a denominarse
luego el Conjunto de Orlando Marín. Es despedido de éste
para evitar que dañara el piano por tocar las teclas del
piano demasiado fuerte, tal es el fervor que pone Eddie. Reemplaza
a su hermano Charlie en la banda de Vicentico Valdés.
Después, en 1958, se une a la gran orquesta (big band) de
Tito Rodríguez. En 1961 forma su propia orquesta, La Perfecta.
Eddie crea así una "trombanga" (trombón+charanga,
apodo dado por Charlie Palmieri) con la idea de crear un sonido
más potente y urbano, partiendo de la rítmica y armonía
de las viejas orquestas charangas cubanas, con el que puedan identificarse
los latinos y reconocerse en las letras de las canciones de La Perfecta.
En esta orquesta están Johnny Pacheco en la flauta, que deja
su puesto a George Castro, Ismael 'Pat' Quintana (cantante), Manny
Oquendo (timbales/bongó), Tommy López (conga), Dave
Pérez (bajo), Jose Rodrigues y Barry Rogers (sendos trombones).
La Perfecta se convierte en la banda más reclamada en NY
y a la luz de hoy, en legendaria. Destaca por la potencia de su
sonido (donde el bravo trombón del mítico Rogers despunta)y
la evolución de su música respecto a los antecedentes
cubanos de las charangas y la Sonora Matancera (banda admirada por
Eddie). El guajeo de trombones (=sus cortas intervenciones que preceden
a otros solos instrumentales y que hacen progresiva y creativa a
la salsa, al generarse distintos climas dentro de un misma canción)
es otro de los grandes aportes creativos de esta orquesta. Firman
con el sello Alegre y editan su primer disco: "Eddie Palmieri
and his conjunto La Perfecta" (1962).Publican dos discos más
y pasan al sello Tico editando: "Echando P'alante" (1964)
con Rodríguez en trombones, Castro en flauta, Oquendo en
timbales y bongó, Tommy López en conga, Dave Pérez
en el bajo, y Quintana en la voz solista.
Eddie publica 5 discos más con La Perfecta, incluyendo 2
discos con el vibrafonista de jazz latino Carl Tjader. En 1968 se
deshace La Perfecta por problemas económicos, aunque en 2002
se forma La Perfecta II y se graba un disco (no bien valorado, por
ser una simple relectura de las canciones clásicas, sin aportar
nada creativo en la salsa) de homenaje a la banda original, lo que
certifica el carácter de mito que adquiere ésta. En
1966, Eddie participa en las descargas de la banda Tico a la que
es invitada en el primer disco de Fania All-Stars en 1968.
Después de la etapa de La Perfecta, Palmieri va cambiando
los músicos que le acompañan. En 1968, el disco "Champagne"
contiene al trompetista Alfredo 'Chocolate' Armenteros, Barry Rogers
en el trombón, Israel 'Cachao' López en el bajo (los
tres citados, los mejores entonces y legendarios ahora) y los vocalistas:
Quintana, Cheo Feliciano y Cynthia Ellis. Este disco supone claudicar
frente a la moda del Bugalú, debida (según Eddie)
al bloqueo de Cuba por los EE UU.
En 1969, sale el disco "Justicia", varapalo al trato dado
a los latinos por los gringos. Nicky Marrero, en timbales, acompaña
a Palmieri desde ese momento hasta mediados de los 70. Justo Betancourt
también colabora aquí y en el siguiente disco "Superimposition"
(1969), con una cara (de las dos) totalmente experimental. Eddie
añade el saxofón (Ronnie Cuber) en su siguiente disco
"Vámonos pa'l monte" (1971). Su hermano Charlie
toca el órgano aquí. Sus colaboraciones con Eddie
abarcan hasta 1974. Ahora Palmieri experimenta con la fusión:
Latino-Rhytm & Blues, con el grupo negro Harlem River Drive,
y actúa en la prisión de Sing Sing y en la Universidad
de Puerto Rico.
En 1973, Eddie pasa al sello Coco con el disco "Sentido".
Ahora, Ismael Quintana le abandona y lo reemplaza con un chavalito
de 16 años llamado Lalo Rodríguez (el mismo que arrasaría
en España con la mediocre "Devórame otra vez",
en los 80), poseedor de una tonada aguda que causa admiración
("Deseo salvaje"). Así, graba "Sun of latin
Music" (1974), disco que arrasa en los (hoy claramente desprestigiados)
Grammys.
"Unfinished masterpiece" (1976) fue el siguiente disco.
El gran violinista Alfredo de la Fé (claro heredero del mito
del violín cubano, Pupi Legarreta) participa ahora y en el
disco antes citado. En 1978, Eddie edita "Lucumi Macumba Voodoo"
con el sello Epic, disco sobre las religiones afrolatinas que es
un rotundo fracaso. Después de ello, Palmieri regresa a Fania
Records y edita "La verdad", con el que gana su 5º
Grammy y revela al solista Tony Vega ("El cuarto").
En 1981 se edita "Eddie Palmieri" (original título,
sí señor), donde colabora por última vez el
prodigioso soplador Barry Rogers en trombones y retorna Ismael Quintana.
En 1983, Eddie se marcha a su querido Puerto Rico (el tema "1983"
hace referencia a este "retorno") pero ante la falta de
trabajo, vuelve a su NY natal.
En 1986, Eddie firma con el sello Capitol, con el que edita el "Sueño"
(1989), nombre que explica el fracaso creativo de su música,
compuesta, en parte, de 4 versiones de éxitos anteriores.
Hasta hoy, Palmieri, sigue defendiendo la salsa progresiva e innovadora,
frente a la salsa contemporánea y anémica, diseñada
para contentar a las jovencitas (y a los jóvenes que buscan
"tumbarlas") que se conforman con baladas romántico-sexuales
que reflejan hasta el hastío la vacuidad músico-creativa
imperante.
La próxima producción de Eddie será el disco
"Ritmo caliente", bajo el sello Concord-Picante que marcará
un hito en la historia del jazz latino, según "El Rumbero
del piano". Un reto fácil de superar para Eddie, comparado
con los hándicaps de drogas y excesos de los 60 y 70.
DISCOGRAFÍA:
La Perfecta - Alegre
El Molestoso - Alegre
Lo Que Traigo Es Sabroso - Alegre
Echando Pa'lante - Tico
Azucar Pa' Ti - Tico
Mambo Con Conga Is Mozambique - Tico
Palmieri & Tjader: El Sonido Nuevo - Verve Molasses - Tico
Palmieri & Tjader: Bamboleate - Tico
Champagne - Tico
Justicia - Tico
Superimposition - Tico
Vamonos Pa'l Monte - Tico
Harlem River Drive - Roulette
Live At Sing Sing (Vol 1) - Tico
Live At Sing Sing (Vol 2) - Tico
Sentido - Coco
Live At The University Of Puerto Rico - Coco The Sun
Of Latin Music * - Coco
Unfinished Masterpiece * - Coco
Lucumi Macumba Voodoo + - Epic
Eddie Palmieri + - Barbaro
Palo Pa' Rumba * - Musica Latina
Solito * - Musica Latina
La Verdad * - Sonido
Sueno + - Intuition
Llego La India Via Eddie Palmieri - Soho Sounds
Palmas + - Elektra/Nonesuch
Arete + - Tropijazz
Vortex - Tropijazz
El Rumbero Del Piano - Tropijazz
Live!
Masterpiece/Obra Maestra
La Perfecta II
Ritmo caliente
La
música de Eddie Palmieri libera el alma de los salseros como
si se tratara de un despojo de rebeldía. No hay quien se
resista ante el embrujo de cada encuentro brioso que el músico
protagoniza frente a su piano, el que hace repiquetear como un tambor,
en un despliegue creativo que muestra su gran talento fusionando
influencias de la música antillana, el jazz y patrones clásicos.
Su fórmula está en el sugestivo ritmo que desbordan
sus montunos al piano, en unión al sonido de los trombones
y el seco contrapunteo de la percusión, elementos que se
conjugan para producir una alquimia rítmica que precisó
el arribo de una nueva modalidad musical en el entorno latino estadounidense
de los años 60, y que luego se bautizó como salsa.
Es,
además, visionario al crear un sonido urbano que plasmó
en ritmos y melodías la historia de una generación
que luchó por su reconocimiento social. Así, su propuesta
musical es testamento de su época, con la que declara los
patrones de desigualdad y pobreza que trajo consigo el desarrollo
desmedido del capital industrial norteamericano, para el que la
población inmigrante no fue más que mano de obra barata,
sin derechos ni justicia.
Infalible
ante el objetivo social de su obra artística, Eddie Palmieri
renunció a correr tras las corrientes del mercado desarrollando
un proyecto sonoro enérgico y agresivo, adornado de textos
indómitos que, en muchos casos, lo distanció del gusto
del bailador por la complejidad y riqueza de su ritmo. Sin más,
se convirtió en músico de minorías, fuera de
los estándares comerciales.
Aun
así su música se elevó con una fuerza inusitada,
ganándose el aplauso de los fanáticos y el respeto
de sus colegas, que lo consideran un verdadero genio del ritmo latino
y quienes le han bautizado como "El rumbero del piano".
La
afición por el timbal
Transcurridos más de 50 años de carrera artística,
el nombre de Eduardo Palmieri Morales ("Eddie"), que nació
el 15 de diciembre d1936
en el barrio de Harlem, en Nueva York, de padres puertorriqueños,
se ha convertido en emblema de una época, con un proyecto
que ha reafirmado su vigencia trascendiendo las modas.
Comenzó
su instrucción musical en el piano a los ocho años
de edad, inspirado por su hermano mayor Carlos Manuel ("Charlie"),
aunque admite que sus deseos eran convertirse en timbalero, pasión
que le brotó luego de presenciar al músico Tito Puente
realizando una descarga de timbales. Aun así, prosiguió
sus estudios de piano en el Conservatorio de Música y al
cumplir sus 11 años debutó como pianista en el Carnegie
Hall, en un concierto clásico.
Entrada su adolescencia, el músico se concentró en
aprender percusión, porque "a mis 13 años todos
queríamos tocar el timbal a lo Tito Puente".
Recién cumplidos sus 15 años de edad, Eddie Palmieri
ingresó a la orquesta Alma Tropical, un conjunto típico
comandado por su tío "El Chino", en calidad de
timbalero. Mas su delirio por la percusión duró un
par de años y regresó de nuevo al piano.
"Yo
estaba loco por tocar el timbal, era lo que quería hacer.
Me quedé dos años con mi tío de timbalero,
pero mi madre me compró una caja de metal para cargar los
timbales que pesaba mucho y cuando yo cogía la caja para
trabajar, mami me decía: 'Eduard, tú no ves qué
lindo se ve tu hermano cuando va a trabajar, que no tiene que cargar
el instrumento. ¿Cuándo vas a aprender?'", cuenta
el músico, quien se considera "un percusionista frustrado,
por lo que me desquito con el piano".
Sus
primeros tonos del ritmo antillano
En el año 1952, y mientras asistía a la escuela, Eddie
Palmieri organizó un grupo musical junto a sus amigos Orlando
Marín (timbal), Joe Quijano (bongó), Chiqui Pérez
(conga) y Larry Acevedo (voz), que se conoció como Banana
Kelly's Mambo.
Se
trató de una experiencia juvenil, sin mayores pretensiones
que hacer música y explorar caminos para cultivar un futuro
sendero profesional. El trabajo de este grupo se recogió
en una producción de 78 rpm que incluyó los temas
"El Cumbachero" y "Abaniquito".
"La
primera presentación de nuestro conjunto, fuera de la escuela,
fue durante una actividad de la Liga Atlética Policiaca,
en el Hurns Point Palace, y teníamos 15 años de edad.
Eddie era el líder del grupo y nos pagó 35 centavos
a cada uno", recuerda su homólogo Joe Quijano.
Poco
después, la agrupación se fue ampliando con la incursión
de tres trompetas y un bajo, transformándose en El Conjunto
de Eduardo Palmo, que era como solía llamarse Eddie Palmieri.
Al
arribo de 1954, el pianista pasó a formar parte del quinteto
de Bobby Santiago, del que salió para la orquesta de Eddie
Forrester, incursionando luego en la escuela de la música
caribeña más cadenciosa con el grupo de Johnnie Seguí,
donde compartió escena con el maestro Willie Rosario, en
1955.
Seis
meses más tarde, su hermano Charlie lo recomienda para que
lo sustituyera en la orquesta del cantante cubano Vicentico Valdés,
quien había sido vocalista de la banda de Tito Puente.
Ésta
fue su oportunidad de "grandes ligas", al encontrarse
junto a una batería de músicos jóvenes que
despuntaban en el ambiente artístico con fuerza, como lo
fue el caso de Manny Oquendo, Tommy López, Mike Collazo y
el vibrafonista Pete Terrace.
La
experiencia junto a la orquesta de Vicentico Valdés duró
dos años (1956-1958), periodo en el que el nombre de Eddie
Palmieri se coronó con solidez en el ambiente de la música
caribeña neoyorquina. De niño Eddie Palmieri quiso
ser timbalero como Tito Puente.
Palmieri fue el pianista de Tito Rodríguez desde 1958 a 1960.
EN SEPTIEMBRE de 1958, Eddie Palmieri ingresó a la big band
de Tito Rodríguez, recomendado, una vez más, por su
hermano Charlie.
Esa
etapa de su historia artística sirvió para expandir
su trabajo fuera de la frontera de Nueva York, situándose
en el mercado musical de California, Las Vegas, Miami y Puerto Rico.
Fueron años gloriosos en su carrera que quedaron consignados
en su primera producción discográfica, "Tito
Rodríguez at the Palladium" (1960), en el que la musicalidad
del joven pianista, de apenas 23 años de edad, se hizo sentir
en los temas "Satin and Lace", "Mama Güela",
"Te comiste un pan", "Liza", "El monito
y la grifa", "El pollo de Carlitos" y "El Sabio",
entre otros.
Tras
la publicación de ese álbum, Tito Rodríguez
alteró la formación de su orquesta y constituyó
un sexteto, momento en el que Eddie Palmieri abandonó al
versado vocalista y, buscando suerte, armó un trío
musical con el que vagó participando en bodas, fiestas privadas
y cumpleaños.
Poco después, a finales de 1960, el pianista conformó
su orquesta y se lanzó a tocar en los principales clubes
de Nueva York, donde se había dado a conocer por su trabajo
al lado de la orquesta del intérprete de "Tiemblas".
Nace
un nuevo sonido caribeño
Eddie Palmieri denominó su agrupación con el nombre
de La Perfecta, una rúbrica sugerente que aludía al
empeño, dedicación y perfeccionismo con que el músico
emprendía sus trabajos.
En
un principio, la parte armónica de la agrupación se
valió de la combinación de piano, trombones, flauta,
percusión, bajo y voces, un surtido sonoro que Charlie Palmieri
bautizó como "trombanga" –mezcla de trombones
con charanga– y que otros denominaron "sonido de elefantes".
No
hay duda que el valor agregado de la creación de La Perfecta
estuvo en la conjunción rítmica. Hasta entonces, el
sonido del trombón no era asiduo en las combinaciones armónicas
que dominaban el sonido caribeño en el ámbito comercial
de Nueva York. Por el contrario, la supremacía era de las
agrupaciones sonoras, con estructuras armónicas de trompetas,
que fue, en efecto, el objetivo inicial de Eddie Palmieri al concebir
su grupo.
"Yo
siempre quise el conjunto de trompetas como las orquestas que salían
de Cuba, o las que dominaba en Nueva York: el Conjunto Casino, Tito
Puente y Tito Rodríguez. Me encantaban los conjuntos, pero
era muy difícil cuando empecé conseguir trompetistas
latinos, eran en su mayoría americanos y después no
iban a ser fiel con la orquesta. Además, de que los que habían
exigían mucho más paga", narra el pianista.
Recuerda,
que un día –afirma que fue martes– visitó
el Club Tritón de Nueva York, donde Johnny Pacheco hacía
sus jazz sections. Esa visita fue providencial para el músico,
puesto que allí conoció a Barry Rogers, un talentoso
trombonista norteamericano que alteraría el curso del sonido
caribeño, con sus ejecuciones innovadoras.
"Barry
fue el músico más influyente de toda la generación
de trombonistas de Nueva York. Era un genio, todo lo que hacía
era bravísimo y tenía la preparación de tocar
con orquestas de jazz y rhythm and blues. También conocía
la música latina y los patrones ritmáticos nuestros,
y cuando se encuentra conmigo fue la combinación perfecta",
manifiesta Palmieri, quien reconoce que la aportación del
trombonista estadounidense fue de gran ayuda para el impulso de
su propuesta musical.
"Y
así empezó", prosigue, "cuando empezamos
La Perfecta tuvimos un trombón y una flauta; la flauta algunas
veces sola con el ritmo y el trombón solo, hasta que las
pude integrar", cuenta.
En
esos inicios, su batería de músicos se compuso, entre
otros, por Georgie Castro (flauta), Chickie Pérez (percusión),
Joe Rivera (bajo), Manny Oquendo (timbales) e Ismael Quintana (voz),
con quienes se mantuvo tocando por espacio de un año sin
grabar, hasta que en noviembre de 1961 lanzan su primer álbum
"Eddie Palmieri and his conjunto La Perfecta", que incluyó
los temas "Conmigo", "Isla preciosa", "Mi
guajira", "Ritmo caliente", "Cachita" y
"Bailaré tu son", entre otros.
La
presentación del disco estuvo a cargo de Charlie Palmieri,
quien describió a su hermano como "un loco" porque
decidió "abandonar la seguridad económica que
le proveía estar en una de las más exitosas bandas
latinas (la orquesta de Tito Rodríguez) para crear su propia
agrupación".
Asimismo,
se refirió al grupo como una "banda perfecta",
con un "sonido original" que presenta "la música del pasado y
el presente arreglado en un nuevo estilo".
Eddie
Palmieri ha ganado decenas de distinciones por un trabajo artístico
que resalta el sonido caribeño.
EDDIE PALMIERI fue el primer músico latino en Estados Unidos
en experimentar la combinación sonora de la música
cubana con el jazz, la bomba y las nuevas tendencias musicales del
mundo urbano anglosajón –rhythm and blues, funky y
soul– adornadas con una lírica social de alto contenido
reivindicativo.
En ese sentido, es el primer salsero y el pionero en escenificar
los márgenes de tensión y rudeza social en que vivían
los latinos en Nueva York en la fuerza interpretativa del piano
y los trombones.
Su estilo de ejecutar el piano le ganó el apelativo de "El
Rompeteclas" y "El Rumbero del Piano", por vindicar
el rol percusivo del instrumento y realzar su expresión sonora
armónica y, a la vez, agresiva.
"El tambor es lo más cerca al pulso de la vida",
suele expresar este virtuoso músico para refrendar su asociación
del sonido del piano con el repique de la percusión.
"No
es que lo golpee (el piano), es que es un instrumento de percusión.
El toque más pianístico me encanta y me han dicho
los músicos de jazz que los tonos que toco en el piano son
las de un drumista jazzista", sostiene.
Su trabajo artístico estuvo influenciado desde sus comienzos
por la obra de su hermano Charlie Palmieri, a quien consideró
su mayor inspiración. En ese mismo renglón destacaba
personalidades musicales a quienes reconoció como "fuerzas
inspiradoras" de su arte, como Chapotín, Lili Martínez,
Miles Davis, Art Tatum, Bobby Timmons, Bill Evans y McCoy Tyner,
Horace Silver, Bud Powell, Debussy y Herbie Hancock.
Aun cuando fue el músico más avanzado de la historia
del sonido caribeño de Estados Unidos en los años
60, estuvo fuera del auge comercial desarrollado por el sello Fania
que se encargó de posicionar el trabajo de los latinos desde
finales de la década del 60 y a lo largo de los años
70.
La
razón se le atribuye a su "rebeldía" y a
su espíritu osado y desafiante de correr contra el convencionalismo
de la industria y la imposición de modas.
Cada una de sus obras musicales son joyas del pentagrama caribeño.
Hay en sus proyectos muestras constantes de experimentación
que van marcando los signos de su evolución, además
de proyectar su agudeza artística de iniciar grabaciones
en lugares poco ordinarios en su época, como fue grabar en
una cárcel, "Sing-Sing" (1972), y en una universidad,
"Eddie Palmieri and Friends in concert, live at the University
of Puerto Rico" (1971).
Un
nuevo momento se presenta para Eddie Palmieri cuando en 1974 abandonó
la orquesta quien fue su principal cantante y se integró
un jovencito de apenas 16 años de edad, Lalo Rodríguez.
Su nuevo vocalista se inauguró en el álbum "The
Sun of Latin Music", que se convirtió, a su vez, en
la primera producción latina en ganar un premio "Grammy",
en 1975.
A partir de ese momento, "El Rumbero del Piano" no descansó
en lanzar producciones al mercado, logrando en 1976 su segundo "Grammy"
con "Unfinished Masterpiece", que estuvo seguido por un
"Grammy" en 1984 por "Palo Pa' Rumba", 1985
con el álbum "Solito" y en 1987 por la producción
"La verdad", realizada para el sello Fania.
A estos galardones se suman dos estatuillas adicionales ganadas
por el disco "Obra Maestra"(2000) grabado junto a Tito
Puente.
Eddie Palmieri e Ismael Quintana forjaron una historia gloriosa
en la salsa
MUCHOS se preguntarán cómo llegó Ismael Quintana
a la historia de la orquesta La Perfecta. Sucede que en una ocasión,
a finales de los años 50, el timbalero Orlando Marín
hizo una audición de cantantes para intimidar al vocalista
de su orquesta, quien venía confrontando problemas de disciplina
y al que el percusionista quería provocar para que mejorara.
Ese día, Eddie Palmieri compartía con su viejo amigo
Orlando Marín y éste lo invitó a su audición.
Fue entonces cuando se presentó Ismael Quintana y Eddie Palmieri
lo escuchó cantar.
Desde
el primer momento, Eddie quedó encantado con el timbre de
voz y el estilo de Quintana, y le dijo a Orlando Marín que
cuando hiciera su conjunto le gustaría tener a Ismael como
su cantante.
El
tiempo pasó y cuando llegó el momento de crear La
Perfecta, Eddie Palmieri comenzó a buscar vocalista y se
enteró que aquel joven que había conocido años
atrás en una audición se encontraba cantando con el
grupo de Ángel Náter, quien luego fue presidente de
la Federación de Músicos de Puerto Rico.
Eddie
Palmieri se comunicó con Náter para preguntarle por
Ismael, con quien se reúne días después. En
la conversación se dan cuenta de que, por cosas de la vida,
Ismael no conocía nada de lo que tocaba Eddie y Eddie no
tocaba nada de lo que Ismael sabía. Aun así, se juntaron
y no hubo impedimento para lograr uno de los binomios más
favoritos de los salseros.
Eddie Palmieri es fiel a las raíces afrocubanas.
TRAS
LA publicación del primer álbum de La Perfecta, Eddie
Palmieri fortaleció su agrupación con la entrada a
la orquesta del trombonista brasileño José Rodríguez,
quien junto a Barry Rogers completaron un sonido inigualable en
los patrones de la música caribeña.
La
propuesta de incluir el trombón en la formación sonora
no fue una inventiva del veterano pianista. Fue, en cambio, su consagración
como recurso armónico en la música latina, puesto
que ya, en Puerto Rico, el talentoso Mon Rivera había incursionado
el trombón en la interpretación de la bomba y la plena.
Sobre
la llegada de José Rodríguez a La Perfecta, Eddie
Palmieri cuenta que fue Barry Rogers quien lo trajo ante su consideración
para darle más potencia a la orquesta.
"A
Barry lo llamaron a trabajar una vez en una grabación y allí
conoció a José. Él me viene y me dice: 'Encontré
el trombonista que nos hace falta, le hice una cita para que lo
conocieras'. Entonces nos reunimos y hablamos y al final él
se quedó más tiempo conmigo que Barry", sostiene.
En
poco tiempo, el trabajo de La Perfecta cautivó el ambiente
musical latino de Estados Unidos en un proyecto artístico
en los que la gran mayoría de los temas interpretados y los
arreglos eran trabajados por Eddie Palmieri.
En
1962 aparece la publicación del segundo disco de La Perfecta,
"El molestoso", con temas como "Así es la
humanidad", "Lázaro y su micrófono",
"Contento estoy", "Yo sin ti" y "No critiques".
Este trabajo estuvo seguido por el álbum "Lo que traigo
es sabroso" (1963), que incluyó el gran éxito
del grupo "Muñeca", además de "Baila
guaguancó", "Verdad amarga", "No hay
mal que por bien no venga", entre otros.
Para
la cuarta producción de Eddie Palmieri hay un cambio en la
casa discográfica. La relación sostenida hasta entonces
con la empresa Alegre Records quedó atrás para iniciar
un nuevo acuerdo comercial con la firma Tico Records, en la que
se registra el disco "Echando pa'lante" (1964), al que
le siguió "Azúcar pa' ti" (1965).
Hasta entonces, gran parte de los ritmos y estilos consignados en
las grabaciones de Eddie Palmieri eran recomendaciones que le hacía
su colega Manny Oquendo, quien seguía de cerca las tendencias
musicales que se gestaban en Cuba y auspiciaban el desarrollo cultural
del país antillano.
Acorde con su interés en mantener un sonido cónsono
a las raíces musicales afrocubanas, en 1965 lanzó
al mercado el álbum "Mambo con conga es Mozambique",
un trabajo que fue criticado por un ínfimo grupo de exiliados
cubanos de Nueva York, no por su contenido sino por tratarse de
un proyecto que reafirmaba la relación y simpatía
del músico con el pueblo de Cuba justo en el momento en que
Estados Unidos alzaba una cortina de hierro contra el país
caribeño por diferir de su ordenamiento político y
económico.
"Mambo
con conga es Mozambique" fue tildado de un producto comunista
e inclusive, recuerda Palmieri, los agentes federales le llamaron
la atención a la compañía discográfica
y ésta advirtió al músico de que desistiera
de grabar el ritmo.
La
consecuencia fue que en la siguiente producción, "Molasses"
(1966), Eddie Palmieri produjo siete temas con un sonido fuerte,
sin comparaciones y repletos de una cadencia rítmica impresionante
de mozambique. De ese trabajo se recuerdan las melodías "Melao
para el sapo", "Traguito", "You're gonna hear
from me", "Bomboncito de pozo", "Carnaval en
Camagüey", "Tirándote flores" y "Campesino".
En
esos años se inscribe una nueva etapa en el desarrollo musical
del virtuoso del piano. Se trata de su incursión formal al
mundo del jazz latino en unión al reconocido vibrafonista
Cal Tjader, un junte que se consignó en dos discos: "El
sonido nuevo" (1966) y "Bamboléate" (1967).
Al
mismo tiempo, encontramos a Eddie Palmieri participando de los jam
sessions orquestados por Tico Records, además de formar parte,
en calidad de músico invitado, en la primera presentación
de las Estrellas de Fania en el Red Garter, en 1968, experiencia
que se recogió en un álbum.
La
Perfecta, entretanto, se disolvió, aunque el hábil
músico se mantuvo realizando múltiples trabajos en
unión con grandes y veteranos músicos del ambiente
latino. Así produjo "Champagne" (1968), "Justicia"
(1969), "Superimposition" (1970), "Vámonos
pal' monte" (1971) y una secuela de discos de primer orden
y con una calidad sonora insuperable.
Tomado
de Diario PRIMERA HORA, Puerto Rico
Hiram Guadalupe Pérez
Editor
Gary Javier
Ilustrador
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