MERENGUE
El merengue es un baile típico de República Dominicana, desde donde se fue difundiendo. Su origen sigue siendo un tanto incierto, aunque se sabe que procede de la contradanza, la mazurca y el vals europeos, cuya influencia se extendió por Haití, Venezuela y las Antillas, donde se acompañaba con instrumentos típicos como el tiple, la bordona, el cuatro, el seis y el doce, más tarde, con la tambora, el güiro, la bandurria y el acordeón.
El origen de la palabra merengue se remonta a la época de la colonia y proviene del vocablo muserengue, nombre de una de las culturas africanas que, traída desde las costas de Guinea, llegó a la costa atlántica colombiana.
La estructura musical del merengue en la forma que se puede considerar más representativa, constaba de paseo, cuerpo o merengue, y jaleo. Toda la música se escribe a un ritmo de 2 x 4 y existen discrepancias en cuanto al número de compases que deben constituir cada parte, pues se abusaba a veces al alargarlas "ad infinitum".
Las formas literarias que acompañan al merengue son las más comunes dentro del arte popular la copla, la seguidilla, y la décima, apareciendo pareados de vez en cuando.
Desde el principio el merengue se interpretó en los instrumentos que poseía el pueblo y que les eran más fáciles de adquirir, las bandurrias dominicanas, el Tres, el Cuatro. A fines de siglo pasado hizo su entrada por el Cibao el acordeón diatónico de origen alemán que por su fácil manejo desplazó la bandurria. Por sus escasas posibilidades melódicas este instrumento limitó la música que interpretaba y así el merengue se conservó en cierta forma desvirtuado con relación al original.
Según algunos, nació como una melodía criolla tras la batalla de Talanquera donde triunfaron los dominicanos. El merengue procede de una de las partes de una melodía llamada UPA Habanera, que pasó a Puerto Rico, de donde llegó a Santo Domingo a mediados del siglo pasado, entre 1838 y 1849. Este baile tenía un movimiento llamado merengue que le dio el nombre al baile actual. En 1844 el merengue aún no era popular, pero en 1850 ya se puso de moda y fue bien acogido entre los dominicanos.
A pesar de su auge entre las masas populares, la clase alta no aceptó el merengue por mucho tiempo, por su vinculación con la música africana y por los textos literarios que lo acompañan, generalmente subidos de tono, vulgares..
Otras danzas dominicanas de origen negro no fueron atacadas por su carácter de danzas rituales. Esto que chocaba con la concepción religiosa de los grupos de la clase elevada. Su mismo carácter ritual hacía que su práctica se restringiera a unos pocos lugares o días al año, con un alcance o difusión entre la población muy limitado. El merengue por el contrario por su carácter de danza de regocijo se introdujo con más facilidad en los lugares de fiestas generales y por esto la reacción en contra si bien fue fuerte, fue vencida por el sabor de su ritmo.
A principios del presente siglo músicos cultos hicieron una gran campaña para la introducción de esta danza en los salones. Los músicos populares se unieron a esa campaña, la que encontraba siempre la resistencia que inspiraba el lenguaje vulgar de las letras que acompañaban el ritmo. Juan F. García, Juan Espínola y Julio Alberto Hernández, fueron pioneros en esa campaña. Su éxito no fue inmediato ya que a pesar de que establecieron la forma musical del merengue, no pudieron conseguir que el merengue penetrara en "la sociedad" y se considerara como una creación del pueblo dominicano aceptándola sin aspavientos.
El panorama cambió a partir de 1930, pues Rafael L. Trujillo en su campaña electoral usó varios conjuntos de "Perico Ripiao" y logro difundir el aire nuevo a zonas donde no se le conocía previamente, ayudándole mucho en esa difusión el uso de la radio recién llegada al país antes del inicio de la dictadura.
A pesar de esta gran difusión y propaganda no se aceptó de pleno el merengue en lo que se llamaba "la buena sociedad dominicana" hasta que en una familia de la "aristocracia" de Santiago, en ocasión de la celebración de una fiesta solicitaron a Luis Alberti, que iba a amenizar con su orquesta, que compusiera un merengue con "letras decentes", y éste accedió. Compuso para tal ocasión el "Compadre Pedro Juan", el cual no solo gustó, sino que causó furor, llegando a convertirse en el himno de los merengues. A partir de ese momento comenzó a diseminarse el merengue. Para esto la radio prestó una ayuda generosa.
Al diseminarse el merengue por todo el ámbito nacional, produjo, como toda manifestación cultural, variantes. Estas reflejan el manejo de los elementos culturales hecho al acomodo y conveniencia de algunos.
Como fueron músicos cultos los que fijaron la forma musical del nuevo merengue, los músicos populares trataron de imitar y seguir este modelo mientras que el hombre de campo continuó tocando el merengue de la misma forma. Esto dió origen a dos formas de merengue bien diferenciadas entre sí. El merengue folklórico auténtico que aún se encuentra en los campos, y el merengue de salón. Este último es el que más se difunde y el que la gran mayoría de personas creen que es folklórico.
Artistas
Wilfrido Vargas y Juan Luis Guerra son compositores merengueros por excelencia. Johnny Ventura, Sergio Vargas, Elvis Crespo, Los Hermanos Rosario, Oro Sólido, Roberto Antonio, Los Melodicos, Conjunto Quisqueya, Fernando Villalona, Jossie Esteban y la Patrulla 15, Eddy Herrera, Proyecto Uno, Los Ilegales, Olga Tañon, entre otros.
Canciones
Entre las canciones más famosas se encuentran "La Bilirrubina" de Juan Luis Guerra, Cama y mesa - Fernando Villalona,
Asesina - Bony Cepeda,
La Fotografía - Bony Cepeda,
El loco y la luna - Wilfrido Vargas,
El Africano - Wilfrido Vargas,
El Jardinero - Wilfrido Vargas,
Volveré- Ruby Pérez,
La Ventanita - Sergio Vargas,
Al lado - Carlos Alfredo,
Saca la mano Antonio - Rubi Pérez,
La Abusadora - Wilfrido Vargas
Cómo bailar
El paso básico de la danza del merengue es un patrón de dos pasos que require un movimiento de la cadera hacia la derecha de una manera contraria, que se hace un poco difícil de aprender.
Posición inicial: los hombres y las mujeres se sostienen en posición similar a la vals y dan un paso al lado en lo que se llama un "paso de la empalizada". Pueden entonces dar vuelta a la derecha o a la izquierda. Esto se llama merengue de salón, en el cual las parejas nunca se separaron. Hay también otro estilo qué se llama merengue de figura en lo cual los bailarines dan vueltas apartes, pero siempre tocando la mano de su paraja.
El merengue genuino y auténtico solo sobrevive en las zonas rurales. La forma tradicional del merengue ha cambiado. El paseo desapareció. El cuerpo del merengue se ha alargado un poco más y en vez de 8 a 12 compases a veces se le ponen desde 32 hasta 48. El jaleo ha sufrido la introducción de ritmos exóticos que lo han desnaturalizado.
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