Cuando uno vuelve a Buenos Aires por la noche desde el río comienza a descubrirla por las luces, el resplandor inicial al rato se convierte en una larga hilera de luces que permite intuir la costa. El viaje se hace lento y solo cuando la cercanía es grande comienzan a aparecer las formas.
Al arribar, luces y formas ya han delatado la silueta inconfundible de “la reina del plata”, y a poco de desandar los pasillos de la terminal fluvial los sentidos se completan cuando nos llegan de a poco sonidos y olores.
El largo rato entre el silencio del lejano resplandor y la llegada a la vorágine ciudadana me permite recapitular este viaje a Montevideo, viviendo, disfrutando, asistiendo, a la actividad 100% cubana que mis amigos William Merlo y Charlie Megiria habían organizado el fin de semana en la capital oriental donde me encontré con el rosarino Tati Barbosa que participó en el evento brindando talleres y bailando junto a su ballet La Pachanga, sin dudas uno de los mas prestigiosos y originales de Argentina, y que vale agregar que aprovecharon el viaje para sumar un par de días de paseo por la ciudad recostada en la margen oriental del Rio de la Plata.
Mi llegada a la metrópolis uruguaya había sucedido la noche anterior y en una sucesión de continuidad de la terminal de Tres Cruces fui hasta el predio del evento, una entidad que además de poseer un amplísimo auditorio a cielo abierto cuenta con un muy bonito salón que munido de un amplio y vistoso escenario sirvió perfectamente para los fines del evento aunque es meritorio destacar que la importantísima convocatoria superó la capacidad del lugar que se encontró atiborrado de entusiastas asistentes que disfrutaron de una buena cantidad de coreografías y la música, que en mi función de DJ, desplegué desde la cabina para el esparcimiento bailable de la gran cantidad de bailadores presentes, matizando el perfil musicalmente específico de la fiesta con variedad de temas en otros géneros y estilos. A diferencia de otras actividades donde supe estar en esta una importante cantidad de residentes cubanos se dio cita para disfrutar de la fiesta.
El evento comenzó con varios talleres de baile que contaron como atractivo principal del que brindó Tati y que un nutrido grupo de asistentes pudo disfrutar habida cuenta la gran didáctica y destacada sapiencia del profe y bailarin rosarino.
Por la noche divididas en 2 tandas, diferentes rutinas fueron el mayor atractivo de la velada, en su mayoría se trató de ballets integrados por alumnos de diversas academias y profesores siendo las frutillas del postre las presentadas por el ballet oriundo de la ciudad de la bandera y también la que el excelente ballet uruguayo Montevideo Mambo, preparó para la ocasión.
Las coreografías presentadas por La Pachanga, que incluyeron la afamada “El Manisero”, demuestran cabalmente el respeto a ultranza del baile social cubano llevado a una excelente expresión artística, es indudable que en Argentina esta forma de interpretar escénicamente el estilo de baile cubano tiene en Tati Barbosa y su ballet a su mejor exponente, la coordinación, el rol de los desplazamientos, la utilización del espacios la creatividad de la idea llevada a cabo, y el cuidado trabajo expresivo hablan a las claras de que cada detalle e instante no están librados al azar.
A la par Montevideo Mambo dejó en claro en una rutina de baile de fusión afro preparada casi en el día e interpretada, fuera de lo habitual, solo por hombres, la enorme capacidad del elenco por hacer confluir en una misma coreo diferentes elementos y variantes, transitando esquemas tanto de danza académica como de estilos lineales populares, habida cuenta de las veces que este cronista los ha visto en escena le queda en evidencia que este ballet se halla entre los mejores de la región, mérito que sin dudas también le cabe al elenco rosarino.
En otro orden en diversos viajes realizados a la hermosa capital uruguaya he podido apreciar el gran desarrollo que la movida salsera bailable viene sosteniendo, la distancia entre la gran cantidad de personas disfrutan de la música y asisten masivamente a los recitales internacionales y los que bailan este género en sus diferentes variedades aún es muy grande, pero se va estrechando, evidentemente la sucesión de shows de artistas de renombre está provocando un importante crecimiento y benefician enormemente a la movida, es de desear entonces que se sigan produciendo por el bien de la salsa.
Junio 2011 |