Hace ya 30 años algunos cambios en
mi vida me llevaron a radicarme por un tiempo en el noroeste argentino
donde trabajé como viajante de comercio recorriendo la atractiva
geografía que va de Santiago del Estero a Jujuy y en mi memoria
durante todo este tiempo se habían estacionado los recuerdos,
las imágenes, los lugares, los rostros, las emociones…………
Por aquel entonces visité Tucumán, San Miguel de
Tucumán, conocí su célebre “casa”,
supe que la ciudad había sido fundada el 31 de Mayo de 1565
por Don Diego de Villarroel aunque el territorio supo conocer aun
antes la visita del conquistador Diego de Almagro, aquel compañero
del sanguinario Pizarro.
Pude aprender en Tucumán que los naturales llamaban al lugar
de fundación de la ciudad dedicada a San Miguel Arcángel
“Ibatín” y que el nombre definitivo se dice que
proviene de los vocablos quechuas "Yucumán" que
significa "lugar donde nacen los ríos”, o bien
"Tucma" que significa "donde terminan las cosas",
indicando a esta región como el último reducto incaico,
ya que estuvo poblado primitivamente por aquellas tribus de gran
desarrollo cultural y probablemente ligadas a aquel imperio.
En el principio no fue más que selva, la famosa vegetación
que encandilaría luego a todos, desde los cronistas jesuíticos
hasta los viajeros europeos. En sus claros vivían en paz
y libertad desde tiempos antiquísimos juríes, quilmes,
calchaquíes y diaguitas con sus culturas llena de misterios
como los impenetrables menhires del valle de Tafí. Paz y
libertad destruida por el salvaje conquistador español como
el paradigmático caso de los Quilmes que habitaban una importante
y pujante ciudad den el Valle Calchaquí medio, tras mucho
tiempo de ser hostigados, agredidos, y masacrados finalmente los
sobrevivientes fueron apresados y desterrados para poder apoderarse
de sus tierras, atados unos con otros en una larga marcha a pie
descalzo, mujeres, ancianos, niños y hombres heridos fueron
llevados 1400 km al sur hasta un asentamiento cercano a la incipiente
aldea de Santa Maria de la Santísima Trinidad de los Buenos
Aires, a la vera del Mar Dulce, de los miles y miles de habitantes
de su orgullosa tierra solo un puñado llegaron al lugar que
luego tomaría su nombre: Quilmes, allí murieron no
solo ellos, también mataron a su cultura ancestral.
Hoy solo quedan de ellos lo poco que sabemos, que practicaban rituales
a la Pachamama, que producían en forma de cooperativa, que
cultivaban en terrazas y andenes tierras de propiedad común
y que tanto para sus encuentros ceremoniales como profanos era protagonista
el “canto con percusión” al que atribuían
una enorme fuerza cósmica.
Herederos de esa fuerza y creyentes al igual que aquellos originarios
en la necesidad de ser libres para poder crear los Mano e Mono hoy
insisten en el “canto con percusión”, que aunque
en su caso la raíz de su música sea caribeña
el espíritu quilme sobrevuela hermanándose con el
alma conga, la energía mandinga, la sangre yoruba, la impronta
de taínos y siboneyes, y tamizado todo a través de
lo hispano.
Mano e Mono surgió hace algo más de 9 años
de la mano de Federico Falcón, conguero y cantante (es decir
“canto con percusión”), respetando los cánones
de la música afro-cubana pero con un sonido propio y provienen
de experiencias previas vinculadas básicamente al pop, en
sus inicios prácticamente no había movida salsera
en “el jardín de la república”, hoy que
la salsa despega en Tucumán los Mano e Mono son indudablemente
pioneros en impulsar la música afrocaribeña allí.
Viajando a Tucumán
A raíz que Mano e Mono presentaba con una fiesta salsera
su primer videoclip “Herido de Amor” fui invitado por
la gente de la banda para asistir a ella y, de paso cañazo,
pasar un poco de música, el ingrediente de ver el estreno
del clip mas la posibilidad de apreciar en escena a la banda tucumana
eran de por si suficiente atractivo, conocer in situ la realidad
de la movida salsera en la cuna de la independencia era un bonus
track sumamente cautivante y tras 30 años de ausencia volver
a recorrer una parte de mi historia fue algo que también
ejerció su poder en mi decisión de asistir.
El largo, largo, largo viaje iniciado en el anochecer de un viernes
me encontró en la mañana llegando a Santiago del Estero,
y en la capital santiagueña con avidez observaba cada casa,
cada calle, plazas, paseos……..y nada me hacía
recordar el tiempo vivido allí, melancólicamente la
breve recorrida agolpó en mi memoria rostros, hechos y lugares
perdidos en el tiempo, en el pasado, en mi propio pasado.
Rápidamente el micro abandonó la ciudad y poco tiempo
después arribé al destino final: Tucumán, allí
me esperaba Federico Falcón quien en adelante oficiaría
de excelente anfitrión y a quien debo agradecer haberme sentido
tan bien en los 2 días que estuve “en su casa”.
El día de llegada transcurrió velozmente entre un
interesante paseo por la capital norteña, notas en medios,
y un reparador descanso en el es-pec-ta-cu-lar hotel en el que fui
alojado para estar “pila” para la fiesta que desde las
11 de la noche viviría en el elegante y tradicional predio
de la Sociedad Española.
La noche esperada
Si bien la hora anunciada de inicio de la fiesta era a las 23 recién
1 hora después se dio puerta y poca gente en un principio
y gran cantidad de público mas tarde se fue dando cita en
el lugar, si bien estaba advertido de esta “clásica”
impuntualidad tucumana me resultó llamativo que habiendo
dispuesto el gobierno de la provincia una resolución absolutamente
estúpida, pero que a pesar de ello deben cumplir los tucumanos,
de imponer las 4 de la madrugada como horario tope de funcionamiento
para la actividad bailable, el público igual llegara tarde
restándose tiempo de disfrutar de la movida nocturna.
A medida que la gente iba llegando se encontraba con el escenario
ya dispuesto para el show de la banda y enfrentando a la tarima
una gran pantalla donde el concierto ofrecido en el Teatro Alberdi
a sala llena en el pasado mes de Octubre por los Mano e Mono exhibía
la cuidada puesta en escena que caracteriza al grupo y en el centro
del salón levemente elevado el denominado “mangruyo”
en el que se alojaba al sonidista, al iluminador y a quien suscribe
que fungía de DJ.
El salón de la Sociedad Española de Tucumán
es un calco de las decenas que existen a lo largo del país
y en los que los inmigrantes de esa procedencia solían encontrarse
para mantener sus costumbres, su cultura, hoy estas construcciones
que proliferaron alla por las 2 primeras décadas del siglo
XX, son una muestra de nuestra historia y es un placer poder disfrutarlas
con su decoración original.
Llegando a las 2 de la madrugada fue el momento del videoclip “Herido
de Amor” (Falcón Rodríguez), que dirigió
el novel cineasta Federico Piazza, todas las miradas se centraron
en la pantalla gigante en la que en algo mas de 4 minutos transcurrió
una historia de amor, momentos del show del Teatro Alberdi, imágenes
de la gira por el extremo norte del país que realizó
la banda el pasado verano y secuencias filmadas en la ciudad de
Tucumán. De resultas un excelente clip, excelentemente realizado
sobre un exquisito tema romántico del grupo que integrará
la segunda placa próxima a editarse.
Inmediatamente tras la proyección Mano e Mono irrumpió
en escena, y debo decir que me sorprendió gratamente, por
su potencia, por su aceitado sonido, por su energía escénica,
por la cuidada puesta, por el clima que genera y esa magia particular
que se establece con la gente, tan grata la apreciación que
superó ampliamente, diría que por goleada, la que
tenía de su disco debut.
Durante algo mas de 1 hora Fede Falcón: congas, djembé,
voz - Marcos Rodríguez: teclados, coros, arreglos, productor
musical - Omar Vega: pailas, coros - Rudy Vera: bongó, percusión
menor, coros, Peca Vallejo: batería - Homero Sánchez:
bajo - Pablo Yurko: guitarras - Carlos Anastacio: trompeta, maracas
- Pedro Orellana. Voz - Valeria Rodríguez: coros, hicieron
gozar y bailar a las mas de 400 personas presentes con un repertorio
compuesto en su mayoría por temas propios, durante ese tiempo
interpretaron:
Clara (Falcón)
A Mi No Bwana (Falcón)
El Cuarto De Tula (Siaba)
La Guajira Del Gordo Tomás (Falcón)
El Regreso Del Gordo Tomás (Falcón)
La Colombiana (Falcón)
La Cumbia De Los Monos (Falcón)
Guantanamera (Joseíto Martinez)
Tras el excelente show y durante algo mas de 40 minutos continuó
el baile hasta que la inexorable hora de las 4 de la madrugada dijo
basta, fue el momento que tuve para charlar con algunos amigos como
el corresponsal de Americasalsa Rodrigo Anachuri y con Darío
Diaz Fasolla, ex integrante de Mano e Mono, eximio y muy versátil
bailarín no solo de Salsa, ex finalista de “Bailando
por un sueño”(bailó con la Ritó), titular
de una de las academias mas concurridas de la capital norteña
e indudablemente uno de los máximos y mas antiguos referentes
de la movida salsera local, conversación que fue el mejor
broche para una excelente noche.
El domingo quedó para el descanso, la visita a la casa de
Fede Falcón y al atardecer emprender el viaje de regreso
con la alegría de haber descubierto una banda que sabe lo
que hace y despliega no solo buena música sino una idea y
un sonido propios que indudablemente gustan al público por
eso el éxito que los acompaña en cada presentación
y también una movida salsera, la tucumana, incipiente pero
que vislumbra ser de las mas importantes del país como la
ciudad que la cobija, los bailadores que pude apreciar ya garantizan
que la Salsa en Tucumán abrió la puerta, se puso en
marcha y no habrá quien la detenga.
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Por Rodrigo Anachuri |
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Después de tanta espera llegó la gran fiesta salsera
en El Jardín de la República presentada por el Grupo
“Mano e Mono” en torno a su vinculación con la
música caribeña y en esta oportunidad el grupo demostró
estar a la par de otros, mucho mas sonados en el país, marcando
muy bien un estilo particular en el género.
Además de mostrar su primer su primer video clip y deleitarnos
con su música, logró reunir a todos los salseros de
San Miguel de Tucumán y alrededores que incluso atrajo a
parejas amigas de provincias vecinas que se acercaron a compartir
esta noche de gala de la salsa, una enorme cantidad de público
muy poco frecuente para la actividad salsera local. Hacia mucho
y me atrevo a decir que es la primera vez que se hicieron presentes
la mayoría de las academias, gimnasios, estudios y grupos
referentes a este ritmo que es tan lindo de compartir.
El ambiente de la salsa esta surgiendo muy de a poco en esta ciudad
y ahora presentada en sociedad por este medio parece verse muy prometedor
en el interior de nuestra nación, cabe aclarar que el nivel
de baile sorprendió y mucho que en realidad era de esperar
y que por supuesto pueden superar día a día.
La organización de esta fiesta se veía venir con
muy buena cara, con brazo firme de gente confiable y así
lo demostraron en el transcurso de la noche, la música nunca
dejó de sonar la cual estaba a cargo del DJ Sergio Lleonart
que a propósito estuvo excelente.
Fue sin dudas una noche magnífica que es de desear que se
repita, tanto sea con fiestas chicas y grandes, con shows de este
tipo, festivales, seminarios, congresos y eventos significativos,
la salsa en Tucumán esta empezando a tener vuelo, a mostrarse,
ha abierto una ventana al resto del país, y con antecedentes
como esta presentación de Mano e Mono creo que vamos por
buen camino.
Sin más que decirles desde Tucumán les decimos ¡Presente!
Y desde ahora en mas esperemos que escuchen de nosotros para que
siga el sabor de la salsa.
Mayo
2007
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