Dos argentinos en Cuba
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De La Habana voy para Trinidad...

Que la formación es algo que no termina nunca es una verdad muy conocida por quienes se dedican a una actividad artística. Música, plástica, danza, teatro, son disciplinas que requieren constante entrenamiento y aprendizaje, y cuando uno descubre que ha avanzado uno o varios pasos, empieza también a descubrir que hay más y nuevos pasos esperándolo por delante, pasos que requerirán mucho trabajo para ser alcanzados. Es por ello la importancia del aporte de las nuevas experiencias, y los viajes que nos acercan a otras realidades son una forma maravillosa de descubrirlas. Con esta idea en mente la consagrada bailarina Gabriela Fabro junto al bailarín y profesor Tati Barbosa desplegaron velas a principios de este año y partieron hacia Cuba, o volvieron tal el caso de Gabriela, con la idea de aproximarse y trabajar con algunas de las figuras más importantes de la danza en la isla. En una extensa y muy amena charla, el propio Tati nos resumió sus experiencias y aprendizajes durante ese mes que pasó en la cuna del son, la guaracha, la rumba y el chachachá, entre otras muchas y maravillosas músicas.

¿Cuál fue la idea de trabajo de tu viaje a Cuba?

La idea básica fue viajar a Cuba a partir de un proyecto que se fue conformando con Gabriela Fabro, yo estoy estudiando con ella hace un tiempo, y fue ella la que me propuso formar parte de un proyecto para mostrar como se vinculaban la cultura negra que hubo en nuestro país con la cultura negra de Cuba, apuntar a las raíces que tenían en común.

La idea original era viajar con cinco bailarinas de Proyecto Mestizo además de Gabriela y yo, finalmente eso quedó trunco porque era necesario un subsidio que no se consiguió, pero quedó latente la idea de viajar. El proyecto inicial era viajar en septiembre de 2008, pero al final pudimos coordinar para enero de este año.

El concepto básico era ir a Santiago de Cuba para trabajar con la compañía Teatro y Danzas del Caribe, que está dirigida por Eduardo Rivero Walker, que es Premio Nacional de la Danza de Cuba, y en su momento fue partícipe y bailarín del proyecto de Ramiro Guerra.

¿Podrías contarnos quién es Ramiro Guerra y su relación con Rivero Walker?

Ramiro Guerra es una eminencia de la danza en Cuba, fue el creador de la danza moderna cubana, a partir de sus estudios en EEUU, él le agregó la cubanía, armó el proyecto de danza moderna en Cuba, aunó bailarines y uno de esos bailarines, que fue de hecho la figura, es Eduardo Rivero Walker, quién fue el primer bailarín de danza moderna de Cuba durante muchísimos años. De ahí que actualmente, Danzas del Caribe es la compañía que mantiene la danza moderna cubana en estado puro. Trabajan a un nivel profesional, con más de veinte bailarines, con músicos en vivo en cada ensayo, con asistentes y sonidista, en un salón impresionante. Y esto es todos los días de nueve de la mañana a cuatro de la tarde.

¿Cómo arrancó el viaje, cuál fue el recorrido que hicieron en Cuba?

Cuando empezamos a programar el viaje recibimos de parte de Danzas del Caribe una invitación para participar de la Semana Trinitaria. Trinidad es una ciudad histórica en el centro de la isla, fue declarada patrimonio de la humanidad y es una ciudad que te parece que estás en el año 1800. Tiene esas calles de piedra y casas antiguas que forman un paisaje muy bonito.

Ahí se hace todos los años la Semana de la Cultura Trinitaria, donde estaban el ballet Nacional de Danzas Españolas de Cuba, el Ballet Nacional de Alicia Alonso, Danzas del Caribe y muchos otros ballets folklóricos de la zona, como así también Manolito y su Trabuco, que iba a tocar todas las noches. Este festival abarca cinco días y tiene actividades culturales durante todo el día, en distintos lugares, en bibliotecas, en plazas, en teatros.

La idea era ir primero a Santiago de Cuba, para trabajar ahí, pero al surgir lo de Trinidad ya el viaje se dividió entre las dos ciudades, pero además mi idea era estar tres o cuatro días en La Habana. Entonces con Gaby decidimos hacer tres o cuatro días en La Habana, cinco en Trinidad, quince en Santiago y cuatro días más en La Habana para el regreso.

¿Entonces ustedes prepararon un trabajo con Gaby?

Claro, cuando Gaby me propuso este viaje, en enero de 2008, me explicó que necesitaba un bailarín que pudiera manejar el son, la rumba, la danza moderna cubana, y elementos de la milonga y el tango. Entonces yo seguí profundizando mis estudios de son, de rumba, de danza moderna, y a la vez estudié tango con profesores de Rosario, como Ricardo Calvo, Diego Pérez, Sebastián de la Vallina. La idea era poder hacer un intercambio, así que con Gaby preparamos un trabajo sobre un tema de Colonizados (N de la R: grupo porteño que fusiona tango con música cubana liderado por Roberto amerite y Jorge Romero) que empieza con un candombe, luego se hace milonga y luego termina en rumba guaguancó. Armamos la coreografía para presentarla en la Semana de la Cultura Trinitaria.

¿Pero volvamos a La Habana, cuando llegaron no hicieron turismo?

Y.. los dos primeros días en La Habana fueron los únicos que te podría decir que disfruté, no como un turista pero sí que llegué y recorrí puntualmente los lugares que yo quería conocer, ya que era mi primer viaje. El primer día fui a ver a Azul Caribe, que es un grupo de Santiago de Cuba que está en La Habana, después fui a ver a Manolito. Allá en Cuba están las Casas de la Música, donde los artistas tocan para la gente en general en matinée y a la noche.

Faltando dos días para irnos de la ciudad fuimos con Gaby a ver un espectáculo al Hotel Cohiba, de un ballet que se llama Rakatán, y dio la casualidad que cuando llegamos el salón estaba completo y nos dieron la mesa de atrás de todo, que no se veía nada. Así que me paré para poder ver el espectáculo, y lo que vi me encantó. Y resultó que había una pareja detrás nuestro y empezamos a charlar, y me preguntaron si me había gustado y les dije que me había encantado, y ellos se habían dado cuenta por cómo había seguido todo con tanta atención. Me preguntaron si yo bailaba y cuando les digo que sí, ella me dice que era la directora del ballet, Nilda Guerra, y había estado todo el espectáculo sentada detrás nuestro…

Una sorpresa que no esperaban…

No, en verdad no, pero seguimos hablando y con Gaby les contamos lo que habíamos ido a hacer, porqué estábamos allá, Gaby le mencionó que era alumna de Eduardo Rivero, su relación con él, las coreos que ha montado para su compañía, entonces Nilda Guerra nos invitó a trabajar el lunes con Rakatán, sin siquiera habernos visto bailar. Ahí cambió todo, porque lo que para nosotros iban a hacer dos días relajados en La Habana, se transformó en tener que ir a trabajar con uno de los ballets más importantes de la ciudad en cuanto a las cosas populares llevadas a una formación escénica.

Así nos encontramos un lunes con Gaby llegando al ensayo, y los bailarines ya estaban tomando su clase… y ahí vino la primer prueba de fuego... nosotros le habíamos propuesto a Nilda Guerra montar con Rakatán el trabajo que habíamos preparado para la Semana Trinitaria, y ahí nomás, ni bien llegamos, ella nos presentó y nos pidió primero que lo bailáramos delante de su compañía. Tuvimos que bailar delante de toda esa gente, verdaderos monstruos, pero por suerte nuestro trabajo tuvo un buen recibimiento y enseguida empezamos a trabajarlo con ellos, se generó una energía muy positiva, habrán sido las diez y media y terminamos como a las cinco de la tarde.

¿Montaron la coreo?

Sí, quedó la coreografía montada, nos despedimos y ya al otro día tempranito nos fuimos a Trinidad. Ahí nos encontramos con Eduardo Rivero y Danzas del Caribe; y te puedo decir que fue increíble estar ahí y poder ver la grandeza y la humildad al mismo tiempo... para mí fue una experiencia increíble… pensar que él tiene setenta y dos años, y el verlo dirigir los ensayos, verlo corregir, montar… están exclusivamente para eso, son toda gente absolutamente profesional.

¿Cuántas personas son en la compañía?

Son 25 bailarines, pero además tienen músicos, sonidista, iluminador, que están únicamente para el ballet. Y lo loco de todo esto es que es gente humilde, no son bailarines que uno se imagina que viven en mansiones, para mí fue una experiencia increíble.

¿Como se integraron ustedes al grupo?

Durante la Semana Trinitaria nosotros pasamos a ser parte de la compañía, paramos en el mismo hotel y compartimos toda la semana. Gaby y yo éramos bailarines invitados de Danzas del Caribe. Pudimos actuar, tuvimos muy buen recibimiento de la gente, pudimos impartir un taller al ballet Nacional de Danzas Españolas de Cuba, que no hace mucho nos escribieron mandando saludos.

¿De ahí se fueron a Santiago?

Sí, después de Trinidad nos fuimos a Santiago de Cuba, y durante quince días trabajamos con Danzas del Caribe, participábamos de sus clases, de sus ensayos y teníamos una hora y media diaria para impartir nuestro seminario básico de este proyecto que habíamos armado con Gaby. También tuvo muy buen recibimiento por los bailarines y el maestro, y también armamos un trabajo final que quedó como repertorio de la compañía, y que lo van a presentar en la temporada de baile 2009.

¿Algo diferente a lo que hicieron con Rakatán?

Sí, diferente, era un final de taller, no era una coreografía, pero terminó siendo casi una coreografía, porque elegimos una música y armamos una secuencia de movimientos que tenía que ver con elementos básicos de la milonga y el tango.

Además, estando en Santiago de Cuba, en los momentos en que no trabajaba con Danzas del Caribe, me dedicaba a tomar clases de lo que tiene que ver con la rumba y la santería, con uno de los integrantes de Danzas del Caribe, bailarín, músico y percusionista, que se llama Humberto.

¿Cómo era la rutina de trabajo?

Empezábamos temprano, con Humberto de 8 a 12, Danzas del Caribe empezaba a las 13 hasta las seis de la tarde, y desde las 19 hasta las 21 trabajaba, con Yanek Revilla. Yanek en el año 2006 fue elegido el mejor bailarín de casino de Cuba en un campeonato, y su rueda fue elegida la mejor de Cuba, son los referentes del casino en Santiago. Con él nos cruzamos de manera casual, yo ya lo tenía de vista, hablé con él y quedamos en hacer unas clases e intercambiar algo, con ellos trabajamos una semana, y lo más rico fue poder estar en Santiago de Cuba, en la cuna, en la mata de lo que sucede, reunidos en una casa con Yanek y todo su Casino.com, y poder estar haciendo una de las cosas que más me gustan, que es bailar y mostrando un pedacito de lo nuestro, de lo autóctono que se ha creado acá, les mostrábamos figuras nuestras y ellos las recibían con una gran aceptación. Ellos tienen miles de figuras, y en un momento les comenté que en Rosario teníamos un baile nuestro, que es la cumbia cruzada, y no hizo falta más, quisieron ver y aprender, y en un momento Casino.com estaba bailando cumbia cruzada en Santiago de Cuba. Fue un momento muy pintoresco, el ver a estos monstruos del casino, haciendo una sacada, una vuelta americana, un gancho.

No se privaron de nada

No, encima, como las bailarinas de Yanek son primeras bailarinas del Folklórico de Oriente, fuimos a ver varios espectáculos del Folklórico, que son muy buenos. Así se desarrolló mi estadía en Santiago de Cuba, bailando desde las 8 de la mañana a las 9 de la noche; a las once caía mosca. Ya después me volví unos días a La Habana, mientras Gaby se quedó en Santiago estudiando, tomando clases personalizadas con el maestro Eduardo Rivero y trabajando con su ballet.

¿Te quedaban cosas pendientes en La Habana?

Sí, en La Habana quería terminar de conocer algunos lugares que para mí eran importantes. Me pude contactar con Los Van Van y fui a ver su ensayo en La Tropical, a la mañana temprano; pude ver a Pupi Pedroso, a Yoruba Andabo, estuve además una semana compartiendo con Rakatán, desde las 9 de la mañana hasta las 4 de la tarde, viendo como montaban su nuevo espectáculo.

¿Qué balance te deja semejante viaje?

El viaje en sí fue una experiencia muy enriquecedora, porque fue trabajar con lo que más brilla y vale de la danza en Cuba, en distintos lugares y ambientes. Desde Danzas del Caribe, a Rakatán o Casino.com, ver los lugares donde ensayan, desde una casa a un teatro.

Y sobre todo ver la calidad de los bailarines que te nombro, que es monstruosa; por ejemplo, Rakatán está conformado por dos o tres bailarines de danza moderna, dos o tres bailarines del Folklórico Nacional, una bailarina de español, tiene una mixtura terrible. Danzas del Caribe son todos bailarines egresados y elegidos por el Maestro Rivero Walker, en su mayoría de color. Casino.com son los número uno del casino en Cuba… en fin, así se fue terminando todo el periplo pero fue dejando  puertas abiertas que son muy importantes, y tienen que ver con proyectos, algunos de los cuales creo que se irán concretando este año.

Ahora cuenta el viaje Gaby Fabro VER GALERIA DE FOTOS

Por Sergio Lleonart

Te doy toda la libertad, contame tu último viaje a Cuba con Tati.

Dos años que no volvía a Cuba, con mas exactitud a Santiago, mi Santiago querido, donde esta el mas grande Eduardo Rivero, mi padre negro, como el mismo me dice y yo muero de amor, jajaja...!!!!

Este fue un viaje raro, por primera vez no iba ni sola ni con mi compañía. Iba con el Tati Barbosa que además de ser quien ya sabemos dentro de la salsa es a mucho honor mi alumno de danza moderna pero en este caso lo llevaba como colega, te explico bien, vos sabes que yo tengo una estrecha relación de hace ya 7 años con la cia Danza Teatro del Caribe y con el maestro Rivero, relación que se forja con los años de trabajo.

En principio fui como alumna, porque tuve la suerte infinita que estuve como alumna tomando clases dentro de su compañía y digo suerte porque él no admite gente extranjera ni ajena, el es maestro solo de su compañía. No forma gente fuera de eso, por eso digo que tuve el enorme privilegio de que eso suceda, estaba en mi destino, por eso también es que me siento tan agradecida y lo adoro tanto, porque conmigo es muy generoso y aprendo muchísimo no solo de sus clases, si no también de sus charlas, de los largos almuerzos, o de los té en su casa o las caminatas…. es un Grande!!

Como te iba diciendo la relación artística fue creciendo y se fue desarrollando a tal punto que desde el 2005 el tiene 2 obras mías montadas por mi en su ballet (el sueño de la piba)  jajaja!!

Como el conoce bien mi forma de encarar la danza y mis humildes conocimientos que pasan por relacionar y darles a nuestros propios ritmos un contenido negro, afro, es que me dice que seria muy bueno además del montaje de estas 2 obras que se fusionan con el tango, que seria muy bueno brindarle a su compañía un taller de tango, entonces ante tamaña responsabilidad nos abocamos con Tati a prepararnos para dicho acontecimiento.

Porqué Tati?

Elegí a Tati para este rol porque además yo tenia que llevar una coreografía armada para compartir una gira con ellos en Trinidad y yo cada vez que voy a Cuba y tengo la dicha de mostrar mi labor coreográfica allá, me encanta justamente mostrarles las similitudes rítmicas y danzarias que tenemos Latinoamérica y el Caribe, entonces nos pusimos a trabajar en una milonga afro, que quiere decir esto?, un tema ya arreglado a manera de fusión que empieza con percusión arranca la milonga y desemboca en un guaguancó, no podía pensar en otro argentino que pudiera expresar la rumba con el mismo corazón y respeto que siento yo, no podía ser otro que Tati, además que tenga un respeto y una pedagogía con la enseñanza, ya que deberíamos enfrentarnos a un conjunto de bailarines profesional y excepcional y un profesor y coreógrafo extraordinario como Rivero .....

Como siguió todo?

Desde ya que las jornadas de trabajo con el grupo de bailarines en La Habana fue hermosa y enriquecedora.

Una vez en Trinidad por fin hicimos un taller dedicado a la comunidad y otros 2, uno para el ballet nacional de Cuba y otro para el ballet nacional español de Cuba, esa fue otras de las puertas que se me abrieron por Rivero. La compañía  bailó casi todas las noches en la semana de la cultura Trinitaria, junto a todas los elencos mas importantes de La Habana y nosotros bailamos nuestra milonga afro el día de cierre de las galas como invitados de Rivero y Danza Teatro Del Caribe.

Mil anécdotas no?

Tati ya les habrá contado la de Rakatán, Nilda Guerra cuando le mencioné a Rivero la mina lanzó un grito y dijo que el maestro es toda una personalidad de la danza, palabras mayores .. “Entonces ustedes no me pueden negar un encuentro con mi compañía Rakatan para que le den un pequeño taller de milonga negra” agregó, y allá fuimos muy emocionados a cumplir lo que el destino nos ponía en el camino, una vez mas el maestro me abría una puerta, vos fijate lo que significa Rivero en Cuba para que esta mujer hermosa y talentosa grosa coreógrafa nos de a su ballet  solo por nombrar al maestro.
El maestro es en Cuba para mi, un pasaporte de honor!!

Otra: Después de Trinidad viajamos a Santiago de Cuba, cuando bajamos de la guagua el maestro me dice... “al fin, llegaste a tu casa!!” imaginate yo ya estaba emocionada y el me dice eso.  Eso es lo que me mata además del maestro, que me cala, me conoce, me intuye y sabe cuanto lo admiro, lo respeto y lo idolatro.

Y llegaron a la cuna del Son: Santiago de Cuba

Si, e inmediatamente tengo la dicha de empezar con las clases técnicas que imparte el maestro a su elenco y en jornadas de 6 hs de trabajo diarias, se dividen en la clase técnica, nuestro taller, montaje coreográfico, de repertorio y ensayos.
EL tiempo no alcanzo para limpiar un poco mis obras ya montadas en la compañía, que era lo que también me pidió el maestro, pero muy conforme quede con el taller impartido y del mismo montamos una pequeña coreografía que quedó como repertorio. El día de cierre del taller representantes del ministerio de cultura de Santiago nos hicieron entrega de unos certificados de agradecimiento por nuestro valioso aporte a su cultura, igual que acá!!! Jejeje

Que te quedó de este nuevo viaje a tu segunda patria?

Este viaje fue el mas alucinante porque tuve mucha convivencia y comunicación con mi maestro, me confirmó en muchas cosas, me enseñó y me  habló mucho y mi espíritu se ve fortalecido y regocijado con tanta cosa, yo soy y me siento muy afortunada por que él me regalo un lugar en su mundo y eso para mi es todo un universo.

Igual como escribí en la Bodeguita del Medio “Volveré”...

Julio 2007